PAPAKOLEA BEACH
También es conocida como Green Sand Beach o Mahana Beach, gracias a su arena verde. El color se debe a los cristales de olivino originados por la erosión del mar.
Este material volcánico es considerado una piedra semipreciosa, así que tal vez te resulte extraño pisar un banco de joyas.
Se localiza muy cerca de South Point, en el distrito de Kau en Hawai. Sus aguas mojan el antiguo cono volcanico del Pu'u O Mahana.
Para llegar hasta aquí, hay que caminar por áridos campos de lava y soportar los fuertes vientos, pero todo se tolera con tal de ver tan hermoso espectáculo.
Además el atardecer ofrece un juego de colores impresionante, al mezclase la luz del sol con la arena. No es un lugar recomendable para nadar por las fuertes corrientes.
ISLA RÁBIDA
Su tonalidad rojo ladrillo hace que desees pisar su arena suave y fina. El color se debe a la erosión de lava, por tratarse de una zona volcánica.
Está ubicada al sur de la Isla Santiago y forma parte del archipiélago de las Islas Galápagos, en el océano Pacífico. La única forma de llegar a ella es en lancha, para desembarcar en su arena rojiza, donde lobos marinos gustan extenderse a sus anchas. Están más que acostumbrados a la presencia humana, así que son buenos anfitriones.
Además de la existencia de esta especie, también hay flamencos, pelícanos y piqueros de patas azules que hacen sus nidos en una laguna cercana y en la zona de manglares.
Se dice que el atardecer regala una vista bellísima si se sube a una colina. Su mar es ideal para la práctica de buceo y natación.
HYAMS BEACH
Es el nombre de un pueblo pesquero al sur de Sidney, en Australia, el cual está rodeado por dos playas: hacia el norte está la del Chino y hacia el sur se ubica Seaman, también llamada Sailors Beach.
La principal característica que presenta la arena de estas playas es su color blanco brillante, además de ser muy fina y suave.
El libro de los Record Guinness la valora como la arena más blanca de todo el mundo.
Para resaltar su belleza, el mar colabora con el azul turquesa de sus aguas tranquilas.
Cuenta con varios atractivos, como el Parque Nacional Jervis Bay, el Parque Nacional Booderee, un jardín botánico y sus alrededores ofrecen senderos y bosques para realizar caminatas.
PUNALUU BEACH
No se trata de un derrame petrolero. Es de arena oscura debido a los escurrimientos de lava volcánica que fluye en el océano.
Está situada en la parte sur de la Isla Grande de Hawai. Sus visitantes frecuentes son las tortugas de carey, una especie en peligro de extinción, por eso se recomienda al viajero respetar su espacio y jamás tocarlas.
Por increíble que parezca, la playa también cuenta con gran cantidad de agua dulce subterránea. Su mar no es recomendable para nadar, pero tiene un área de picnic para el almuerzo, donde también hay baños.
PFEIFFER BEACH
Forma parte de la costa Big Sur en California. Su arena es púrpura.
Si caminas más hacia el norte de este lugar encontrarás que el color se intensifica. Su tonalidad proviene de depósitos de granate y manganeso que se encuentran en las rocas y colinas circundantes.
Es ideal para tomar el sol y navegar, pero esta última actividad debe hacerse con mucho cuidado por las corrientes que presenta.
Para llegar a ella se necesita de un guía especializado. Además se recomienda no quedarse cuando el sol se oculta, porque la playa resulta ser muy fría.
RGP
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