jueves, 18 de julio de 2013
El Hobbit no tenía problemas de crecimiento
Un nuevo estudio corrobora que el fósil conocido como "El
Hobbit", hallado hace una década en la isla indonesia de Flores, pertenece a una
especie distinta de la humana y no a un Homo sapiens con problemas de
crecimiento.
Bautizado "Hobbit" por sus pequeñas dimensiones que recuerdan a los
personajes de la novela "El Señor de los Anillos", de JR Tolkien, aquellos
homininis tenían aproximadamente un metro de altura y 30 kilos de peso.
Desde que fueron descubiertos, en 2003 en la cueva Liang Bua, los restos del
también conocido como "Hombre de Flores" han sido fuente de debate entre la
comunidad científica.
Algunos expertos en biología evolutiva pensaron que los esqueletos eran de
ancestros del hombre moderno con aflicciones que impidieron su crecimiento y les
dieron cerebros más pequeños.
Otros argumentaron que pertenecían a una especie distinta y extinguida, que
denominaron Homo floresiensis.
Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista especializada PLos One y
liderado por la antropóloga Karen Baab, de la Universidad Estatal de Nueva York
en Stony Brook, corrobora la teoría de que el Hobbit pertenece a una especie
distinta, dentro de la familia humanoide.
El equipo científico dice en su informe que sus hallazgos "contradicen la
hipótesis de las condiciones patológicas".
Sus conclusiones concuerdan además con al menos otros dos estudios previos,
publicados en la revista Nature en 2009, que también argumentaban que se trata
de una especie distinta a la del Homo sapiens.
El equipo de Baab hizo comparaciones detalladas entre el único cráneo hallado
en la cueva de Flores y varios otros ejemplares del género homo:
fósiles de homininis extintos, incluidos el Neandertal y el Homo
erectus, entre otros, además de compararlo también con humanos modernos
saludables y con condiciones patológicas.
Según Baab, el estudio provee las medidas más precisas y completas hasta
ahora de la forma externa del cráneo del "Hobbit".
Una de las conclusiones del equipo es que el cráneo del Homo
floresiensis se parece más al de los fósiles de homininis que al
de los humanos modernos o que a los ejemplares con patologías de crecimiento.
La antropóloga líder del estudio aseguró que "trataron de probar
prácticamente todas las hipótesis" y que, en comparación con estudios previos,
su informe aporta una visión "mucho más completa".
En estudios anteriores los científicos sugirieron que es muy probable que a
través de muchos años, los cuerpos del "hombre de Flores" evolucionaran hacia un
tamaño menor, mediante un proceso natural de selección llamado "enanismo de
isla".
Fuente: BBC MUNDO
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