sábado, 27 de julio de 2013

La energía renovable como alternativa para combatir la pobreza energética

El Banco mundial y otras agencias de desarrollo siguen trabajando para garantizar el acceso de la energía a las poblaciones más desfavorecidas, promoviendo el cambio a un nuevo de modelo energético más sostenible.
 
El enfoque del Banco Mundial, será limitar la financiación de la generación de energía con combustibles fósiles excepto casos excepcionales. La prioridad de financiación será para los proyectos de energía limpia y proyectos de mitigación del cambio climático. Casi un millón y medio de personas en el mundo carecen de acceso a la electricidad, por ello las instituciones internacionales de ayuda al desarrollo, se están centrando en proyectos de energía con fuentes alternativas que lleguen hasta los lugares donde le suministro de energía aún es inexistente. Energías como la solar fotovoltaica, llega a abastecer por medio del autoconsumo escuelas y centros sanitarios en las zonas rurales y más aisladas del planeta. El aumento de los proyectos de generación con estas fuentes, puede ayudar a erradicar la pobreza energética.

El cambio al nuevo modelo energético también es un cambio hacia un nuevo modelo económico, más sostenible, donde los países sean más independientes en la generación de energía, ahorrando costes energéticos a sus ciudadanos y dando la oportunidad a sus empresas de ser más competitivas. El presidente Barack Obama, anunciaba hace unos meses la limitación de inversiones en nuevas centrales eléctricas de carbón en el extranjero, sin embargo ha aumentado los presupuestos destinados a la generación con energía renovable en el país.


El acceso a la energía es una necesidad básica. El problema de la pobreza energética está afectando gravemente a países como España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, unos 4 millones de españoles tienen dificultades severas para poder afrontar el recibo de la luz. En torno a un 10% del total de hogares se encuentran en situación de dificultad para garantizar unas condiciones de habitabilidad adecuadas, especialmente en materia de calefacción. Para acrecentar el problema, la factura de la luz sigue subiendo alimentada por el fantasma del déficit de tarifa, el cual tiende a aumentar, debido a la fuerte bajada de la demanda eléctrica a causa de la crisis y al mantenimiento de instalaciones como centrales nucleares y ciclos combinados que se mantienen parados, sin producción.

Todo el peso de la reforma energética española, ha recaído sin embargo, en las energías renovables y en el consumidor. Se le aumenta en un 70% los costes fijos a pagar en la tarifa, por lo que el ahorro del consumo no es viable. A esto se le añaden otro tipo de problemas como la imposibilidad de autoconsumo en los hogares con energía solar. El reciente Anteproyecto de Ley publicado sobre el autoconsumo, impone peajes al consumo instantáneo, es decir, el pago a las compañías eléctricas por consumir la energía propia generada sin utilizar las redes u incluso el pago por la energía que el consumidor vierte gratis a la red. El problema de la pobreza energética en España está siendo invisible a las autoridades.
 
 
 
Fuente: suelosolar

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