Asimismo dijo que hay un factor muy importante que ayuda a fomentar esta enfermedad: el número de cigarros que la persona fume al día, o los años que lleve haciéndolo.
Comentó que los síntomas son muy variables y que el paciente puede que no tenga ningún tipo de indicios hasta notar que se encuentra débil al realizar cualquier esfuerzo por lo general, el primer síntoma es la disnea al realizar ejercicios básicos que no requieren un gran trabajo, como caminar.
“A esto suele unirse la tos (habitualmente en horas nocturnas) que puede ser seca o con flemas, además pueden asociarse otros signos, como la fiebre o disminución de la masa corporal”.
Mencionó que el diagnóstico se lleva a cabo mediante unas radiografías torácicas, tomografía y para completar, una biopsia que permita descartar otras enfermedades.
“Es poco probable que la enfermedad desaparezca a base de medicamento pero este mismo puede traer otras consecuencias para el paciente, se debe llevar de manera muy controlada”, finalizó.
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