viernes, 19 de julio de 2013

La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) utilizada para prevenir el cáncer de cuello de útero o cérvix, también podría evitar tumores en la llamada orofaringe, área que incluye parte de la garganta y las amígdalas.
 
 
 
Estas son las conclusiones del más reciente análisis del Proyecto Epidemiológico Guanacaste, iniciativa que desde 2004 estudia las características del cáncer de cérvix en más de 7 mil mujeres guanacastecas y puntarenenses.
El virus de papiloma humano tiene unas 150 cepas y esta vacuna protege contra dos de ellas: la VPH16 y la VPH18, causantes de la mayor cantidad de casos de cáncer de cérvix en el mundo.
 
La investigación, publicada esta semana en la revista PLOS ONE tomó en cuenta a 5 mil 840 mujeres que dieron muestras orales. Así, se determinó que las tres dosis de esta inoculación reducían en un 93% el riesgo de infección por VPH en la orofaringe.
"No todos los casos de cáncer en la orofaringe son por este virus; muchos están relacionados con fumado y alcohol, sin embargo, sí es importante saber que con esta vacuna se elimina una infección que puede llevar a un cáncer en esa zona", explicó el especialista Rolando Herrero, coordinador del Proyecto Epidemiológico Guanacaste.
 
Beneficios
 
Esta enfermedad puede desarrollarse muy rápido y además está aumentando en diversos países.
 
"Hace unos años era mucho menor la proporción de casos de cáncer de orofaringe relacionados con el VPH, no llegaban ni al 10%, no obstante, los últimos estudios en Estados Unidos sugieren que ya en ese país llegan al 30%. Esto podría ayudar en estas situaciones", dijo Ana Cecilia Rodríguez, una de las investigadoras.
 
Rodríguez también agregó que uno de los puntos positivos de este nuevo análisis de resultados es la confirmación de que esta vacuna tiene mayores beneficios de los que los investigadores imaginaron en un principio.
 
"Al principio creímos que solo sería eficaz contra cáncer de cuello de útero, pero ya vimos que también hay posible protección contra la orofaringe y antes de eso vimos posible protección contra cáncer de ano y que es posible evitar cáncer de cérvix conmenos dosisde la vacuna', apuntó Rodríguez.
 
Más planes
Este no es el último análisis que tendrá el Proyecto Epidemiológico Guanacaste. Aún hay más cosas por analizar.
 
Rodríguez mencionó que aún hace falta completar 10 años de seguimiento a las mujeres para determinar la eficacia de la vacuna después de una década de administrada. Por otra parte, ver si hay protección contra otros tipos de cáncer, como el de vulva.
 
"Necesitamos que la vacuna tenga una eficacia de muchos años, por lo mismo es importante ver cómo están las mujeres tiempo después", manifestó la especialista.
 
 

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