lunes, 22 de julio de 2013
Siete trucos para estar fresco en la ola de calor
¿Cómo estar cómodo cuando el mercurio de los termómetros trepa? He aquí algunas
soluciones sencillas.
"La sugerencia más obvia para mí es humedecer la ropa", le dice a la BBC la
física de la Universidad de Cambridge Lisa Jardine-Wright.
Para que el agua se evapore -cambiando su estado de líquido a gas- se
necesita una entrada de energía térmica, explica. Esa energía vendrá del calor
de su cuerpo lo que producirá un efecto refrescante en su piel, bajando la
temperatura.
Si usa un ventilador, el aire soplando sobre su piel acelerará el proceso de
evaporación, lo que contribuirá a que se sienta más fresco.
"Cuando estaba paseando en bicicleta por Francia, la temperatura llegó a los
40ºC así que empapé con agua mi camiseta antes de salir. Cualquier cosa que
involucre a la evaporación hace que sintamos menos calor".
Sumergir sus manos en un balde o un lavamanos lleno de agua fría puede ayudar
a bajarle la temperatura al cuerpo, dice Mike Tipton, profesor de fisiología
humana en la Universidad de Portsmouth.
Cuando su la temperatura profunda de su cuerpo aumenta, la sangre es enviada
a la superficie de la piel.
"Las manos tienen un área de superficie grande: es como tener cinco
radiadores extendiéndose desde las palmas", explica el experto en entrevista con
la BBC.
"Apenas la temperatura profunda del cuerpo vuelve a ser normal, baja el flujo
sanguíneo a las manos y uno se siente más fresco".
Sentarse a comer un taco o un mole muy picante puede sonar contraproducente
si se trata de reducir la temperatura.
Sin embargo, el ají contiene capsaicina que estimula la producción de
sudor.
"Cualquier cosa que pueda hacer para sudar acentuará la pérdida de calor por
evaporación. A medida de que el agua se evapora, uno se refresca", le dice
Tipton a la BBC.
Un ventilador en la mitad de una habitación cerrada hará que circule el aire,
lo que ayuda a acelerar la evaporación de su sudor.
No obstante, es mucho más efectivo si el aparato está al lado de una ventana
abierta, señala Jardine-Wright, pues traerá aire de afuera.
"Toma aire más frío de afuera y lo propulsa adentro. Si no hay ventanas o
puertas abiertas, sólo circula aire caliente".
Generalmente se asume que vestirse con ropa clara es la mejor manera de
mantenerse fresco, pero ese no es el caso necesariamente.
Un estudio de 1980 (1) concluyó que el color de las vestimentas de los tribus
beduinas no cambiaba mucho la temperatura del cuerpo.
"La ropa blanca refleja más luz, pero la negra es mejor como radiador de
calor", le explica Jardine-Wright a la BBC.
Pero sí hay una opción que tiene un claro beneficio: usar ropa ancha, como
los vestidos que prefieren los beduinos.
"Si uno tiene aire circulando sobre la piel, eso ayuda a evaporar la
transpiración y refresca".
Darse una ducha helada puede sonar como la manera más rápida de bajarle la
temperatura al cuerpo.
Pero ante un cambio tan dramático, el cuerpo reaccionará tratando de
preservar el calor.
"Si tengo calor y me meto en una ducha fría, dejará de fluir sangre a la piel
y el calor se quedará atrapado adentro, en vez de escapar", dice Tipton.
Por ello, asegura, es mejor que el agua esté a unos 20ºC que 10ºC.
"Es mejor tomar una ducha tibia que sea lo suficientemente fría para bajarle
la temperatura profunda al cuerpo pero suficientemente caliente para permitir
que la sangre llegue a la superficie de la piel".
Si utiliza ventiladores, asegúrese de dirigir el flujo de aire hacia el
rostro, aconseja Tipton.
"Es más efectivo pues la cara tienen tantos receptores. A pesar de que no
está refrescándose todo el cuerpo, ventilarse el rostro tiene un efecto
desproporcionado en la comodidad", puntualiza al hablar con la BBC.
No obstante, advierte, es importante no cometer un error común: abanicarse
manualmente con tal vigor que uno se acalora.
Fuente: BBC MUNDO
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