Ser propensos a abusar del alcohol y las drogas puede venir desde el útero y se vincula a la cantidad de alimentos grasos y azucarados que la madre come durante el embarazo.
Así lo señala un estudio en animales presentado hoy en la 121a Convención Anual de la Asociación Americana de Psicología (APA). Dirigido por Nicole Avena, neurocientífica del instituto McKnight Brain de la Universidad de Florida, el estudio comparó las crías de ratas que comían comida regular con otras cuya dieta era alta en grasa y azúcar. Al crecer, los hijos de estas últimas pesaban más y bebían más alcohol, además de tener respuestas más enérgicas a abusar de la anfetamina.
La dieta alta en grasa de las ratas embarazadas contenía 50% de grasa, 25% de hidratos de carbono y 25% de proteína, mientras que la dieta de control refleja una dieta recomendada en humanos, con 25%, 50% de hidratos de carbono y 25% de proteína.
La descendencia de las ratas que tenían dietas altas en grasa durante el embarazo bebieron significativamente más alcohol en la edad adulta que las crías de ratas con la dieta normal, también tenían niveles significativamente más altos de triglicéridos, un tipo de grasa que se encuentra en el torrente sanguíneo que puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón. Las crías de madres a las que se les administró jarabe de maíz de alta fructosa o sacarosa en la dieta no mostraron diferencias en los triglicéridos en comparación con el grupo que comió comida regular.
Fuente: Tendencias
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