sábado, 17 de agosto de 2013
Estrés y vida poco saludable, ¿envejecimiento prematuro?
Investigadores noruegos hallaron que en personas de 30 años el llamado gen de la longevidad tenía niveles muy bajos de actividad. Un nuevo estudio noruego evaluó los niveles de actividad del gen SIRT1, conocido popularmente como el gen de la longevidad. En los mayores de 75 años solamente el 1% mantenía niveles adecuados de actividad del gen, pero el dato que mayor atención captó fue que a los 30 años ya el 60% tenía niveles muy bajos de actividad.
Ahora bien, ¿a qué edad se apaga el gen de la longevidad?
Para llevar adelante este estudio, los científicos liderados por la doctora Catherine Bronstein trabajaron con una muestra de más de 1.100 personas de distintas edades a las que midieron los niveles de actividad del gen SIRT1.
El gen SIRT1 se localiza en el cromosoma 10, y se ex
presa mediante una proteína denominada sirtuína 1, que interviene en el silenciamiento y protección de otros genes.
Varios estudios sugieren que las sirtuínas humanas actúan como proteínas reguladoras intracelulares, y son consideradas las proteínas del gen de la longevidad.
El biólogo Diego Levi explicó a Infobae que "el gen SIRT1 activo está relacionado a una protección del acortamiento de los telómeros que se produce naturalmente con el envejecimiento. Los telómeros son los extremos de los cromosomas".
Y agregó: "Cuando se acortan los telómeros, aumenta la posibilidad de que dejen de expresarse genes protectores de enfermedades, entre las que se destacan, cáncer, ateroesclerosis, hipertensión arterial, Parkinson, Alzheimer, entre muchas otras".
Los científicos Elizabeth Blackbum, Carol Greider y Jack Szotak fueron reconocidos con el Premio Nobel de Medicina en 2009 por la descripción molecular de los telómeros, el descubrimiento de la telomerasa y el mecanismo de protección de los extremos de los cromosomas.
Para presentar los resultados, los científicos dividieron al grupo en 4 rangos etarios de:
- 30 a 44 años
- 45 a 59 años
- 60 a 74 años
- 75 años o más
El 60% del grupo de menor edad mostraba una importante disminución en los niveles de expresión del gen, y en los de mayor edad sólo el 1% tenían niveles adecuados de expresión.
En las edades intermedias los resultados fueron, 20% de actividad normal del gen, en el grupo entre 45 a 59 años y 5% entre los 60 a 74 años.
Los científicos llevaron adelante el estudio para tener en claro cuál es el mejor momento de la vida para incorporar a la alimentación activadores del gen.
Es sabido que un estilo de vida saludable influye positivamente en los niveles de expresión del SIRT1, pero el activador del gen por excelencia es el resveratrol de síntesis original.
Científicos de la Escuela Médica de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, encontraron que este tipo de resveratrol (50mg/día, del resveratrol original - Framintrol) enciende el gen de la longevidad.
Como conclusión los autores del estudio hicieron un especial hincapié en la importancia de la vida activa como modulador del gen, y recomiendan el aporte de este tipo de resveratrol a partir de los 30 años, destacando que a partir de esa edad tiende a disminuir su actividad.
¿Todos los resveratrol tienen la misma capacidad para encender el gen SIRT1? La respuesta de acuerdo a los científicos, es que no.
A fines del año pasado en el congreso bianual de resveratrol, celebrado en la Universidad de Leicester (Reino Unido), la doctora Karen Brown, demostró la diferencia entre la absorción, pureza y metabolismo de distintos productos que existen en el mercado mundial, implica una distinta respuesta a nivel molecular y recordó la importancia de diferenciar materias primas que tienen ensayos clínicos y aquellos que no.
Consultado sobre qué recomendaciones habría que seguir para mantener un estilo de vida saludable, el médico endocrinólogo Carlos Graschinsky (MN 49.722) enumeró:
-Caminar 1 hora por día. Se puede sumar la práctica de un deporte, gimnasio y/o entrenamiento físico controlado.
-Respetar las 4 comidas en el día, evite picar fuera de hora. El desayuno es una comida muy importante.
-Comer abundantes verduras y frutas
-Mantener siempre un buen aporte de Omega 3 (mínimo 1.800 mg por día), preferentemente con pescado fresco de aguas profundas (350 gramos por día) y con Omega 3 natural, preferentemente en gotas de aceite de chía estabilizado y no en pastillas.
-No agregar sal a la comida.
-Beber mínimo 1 litro y medio de agua.
-No comer pan con las comidas.
-No agregar azúcar.
-Condimentar las ensaladas con aceite de oliva extravirgen y/o directamente con omega 3 y 9 Nutridable concentrado, tratar de disminuir el aporte de omega 6.
-Puede tomar 1 copa de vino, preferentemente tinto y de altura.
-Control médico mínimo una vez por año en personas sanas y con más frecuencia en personas con antecedentes personales de alguna enfermedad.
Fuente: Derf
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