La idea de conservar el cuerpo de una persona a muy baja
temperatura en la esperanza de que pueda ser recuperado gracias a futuras
tecnologías médicas no es rara en la ciencia ficción pero ¿podrá llegar la
criogénica a ser una manera para devolver la vida, años más adelante?
¿Qué es el proceso criogénico?
Cuando una persona ha sido declarada legalmente muerta, la compañía de
preservación criogénica es informada y esta envía un equipo con la intención de
mantener la sangre fluyendo por el cuerpo, que es envuelto en hielo e inyectado
con varios químicos para reducir la formación de coágulos sanguíneos y daños al
cerebro.
Cuando el cadáver llega a las instalaciones criogénicas se enfría apenas por
encima del punto de congelación del agua. Se le sustrae la sangre que se
reemplaza con una solución para preservar los órganos.
A las venas y arterias les inyectan una solución crioprotectora para intentar
reducir la formación de cristales en órganos y tejidos cuando el cuerpo sea
enfría a -130C.
El paso final es colocar el cuerpo en un contenedor que es sumergido en un
tanque de nitrógeno líquido que se mantiene a -196C.
Los últimos datos disponibles revelan que unas 150 personas tienen sus
cuerpos guardados en estos tanques de nitrógeno líquido en Estados Unidos,
mientras que unas 80 sólo tienen sus cerebros o sus cabezas conservadas.
Más de mil personas han dejado instrucciones para que al morir una de esas
empresas criogénicas preserven sus cuerpos.
Las esperanzas
El desafío es cómo superar la cristalización del agua en las
células congeladas.
Los entusiastas de la preservación criogénica dicen que hay tres razones para
ser optimistas.
Primero, pese a que las organizaciones deben esperar a que el paciente sea
legalmente declarado como fallecido antes de poder congelarlo, sostienen que el
daño al cerebro puede reducirse asegurándose que se mantienen los niveles de
oxígeno.
Segundo, enfriar el cuerpo a una temperatura lo suficientemente baja reduce
los procesos químicos en las células y tejidos lo suficiente como para prevenir
cualquier degradación mayor del cuerpo.
Y finalmente -aunque es inevitable que se sufran daños en el cuerpo por el
proceso de enfriamiento, además de los que ya tenía por cualquier enfermedad que
el individuo haya sufrido o el proceso natural de envejecimiento-, tienen la
esperanza de que la futura nanotecnología pueda reparar esos daños.
Los problemas
Si una persona es enfriada por debajo de los -5C, el agua dentro de sus
células se congela y crea cristales de hielo. Como el hielo es menos denso que
el agua líquida, ocupa más espacio, así que los cristales perforan las membranas
celulares creando un daño severo.
Las instalaciones de preservación criogénica intentan superar ese problema
empleando un proceso conocido como vitrificación, con el que se reemplaza parte
del agua corporal con agentes crioprotectores, para reducir la formación de
cristales.
Breve historia de la criogenia
- 1964: El profesor de física Robert Ettinger publicó su
"Prospecto de Inmortalidad", punto de partida del movimiento criogénico moderno.
- 1967: James Bedford, un psigólogo de 73 años, se convirtió
en la primera persona en ser congelada criogénicamente.
- 1970: Los primeros servicios comerciales criogénicos
empezaron a funcionar, pero los costos eran tan elevados que muchos cerraron en
una década.
- 2005: Unos científicos anunciaron que lograron inducir un
estado de muerte clínica en varios perros antes de regresarlos a la vida.
- 2011: Robert Ettinger, de 92 años, se convirtió en la
persona 106 en ser congelada en el Instituto Criogénico, la empresa que él mismo
fundó en 1976.
Hasta ahora no hay pruebas de que se pueden vitrificar los órganos
humanos.
"Sabemos que podemos vitrificar con éxito pequeñas cosas como insectos y
tejidos simples como venas", explica el doctor Dayong Gao, criobiólogo de la
Universidad de Washington, en Seattle.
"En tamaño pequeño es más fácil controlar el enfriamiento y la difusión de
los crioprotectores".
¿Se verán afectados los órganos de los pacientes sometidos a criogenia?
"Simplemente no sabemos si han sufrido un daño al punto que hayan 'muerto'
durante la vitrificación porque los pacientes están dentro de cilindros de
nitrógeno líquido", explica Gao.
El pronostico no es esperanzador, según el bioquímico Ken Storey, de la
Universidad Carleton de Ottawa, Canadá.
"Tenemos diferentes órganos y sabemos por las investigaciones sobre
preservación de órganos para transplante que incluso si fuera posible
criopreservarlos, cada uno necesitaría ser enfriado a niveles diferentes y con
diferentes mezclas y concentraciones de crioprotectores", afirma Storey.
"Incluso si sólo quieres preservar el cerebro, éste tiene decenas de áreas
distintas que deberías criopreservar usando diferentes protocolos".
Sobrevivir el deshielo
Si los científicos logran un día dilucidar cómo criopreservar un cuerpo
humano completo, todavía les quedará el asunto de devolverlo a la vida.
"La gente siempre puede tener esperanzas de
que las cosas cambiarán en el futuro, pero no hay fundamentos científicos que
apoyen a la criogenia en este momento"
Dr. Dayong Gao, University de Washington,
Seattle
"Incluso si logramos limitar el daño producto de los crioprotectores, queda
por verse cómo serán removidos de una manera segura", afirma el Dr. Gao.
Hay otras complicaciones, como el hecho de que enfriar un cuerpo a -196C, lo
hace extremadamente frágil.
"El cuerpo se puede romper fácilmente, como un vidrio, durante el
recalentamiento, debido a las tensiones térmicas", aclara Gao y añade que el
cerebro, que tiene más de 10.000 conexiones por cada unas de sus 100.000
millones de neuronas, es particularmente sensible al calor y el frío.
¿Cuáles son los daños?
También está el asunto de que esos cuerpos pueden no haber estado en la
cúspide de la salud cuando fueron congelados, sino haber muerto tras una vida de
enfermedad y envejecimiento.
¿Cuanto cuesta ser congelado?
Cuerpo entero hasta US$250.000
Cabeza hasta US$80.000.
Pago por adelantado del paciente a ser congelado.
Los que abogan por la preservación criogénica dicen que la nanotecnología,
que es la manipulación de la materia a nivel molecular, proveerá algún día la
solución.
Pero el profesor Storey es extremadamente exceptico debido a la escala del
problema en cada célula.
"Una célula humana tiene cerca de 50.000 proteínas y cientos de millones de
moléculas de grasa que constituyen las membranas. La criopreservación interrumpe
todo eso", afirma.
Un conocimiento mucho más profundo sobre cómo funciona el cerebro también
será crítico para saber cómo necesitamos ser reparados.
El neurocientífico Martin Ingvar del Instituto Carolingio de Estocolmo dice
que "las sutiles propiedades del cerebro son desiguales. Algunas de esas
conexiones son cruciales mientras que otras pueden perderse, pero no sabemos
cuáles".
Sin embargo, Ingvar alega que la identidad de una persona puede ser
teóricamente mantenida en el futuro si los científicos encuentran cómo superar
los efectos destructivos de la criopreservación.
"Si eso puede resolverse, no hay razón por la cual (en teoría) una
procedimiento criogénico no pueda preservar memorias. Aunque sería como un viaje
en el tiempo, con una gran confusión para el sujeto".
Futuro incierto
Sea como sea, la criogénica es un asunto de esperanza y fe en el futuro.
En general, todos los sitios web de organizaciones criogénicas declaran que
"aunque no hay garantías" la criopreservación pude funcionar porque la
"tecnología siempre está mejorando".
"La gente siempre puede tener esperanzas de que las cosas cambiarán en el
futuro, pero no hay fundamentos científicos que apoyen a la criogenia en este
momento", concluye Gao.
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