Para algunos fue un pionero que, a través de la construcción de
una decena de misiones a finales del siglo XVIII en lo que era parte del
territorio del virreinato de Nueva España, sentó las bases para la fundación del
actual estado de California.
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Junípero Serra nació en 1713 en la isla española de
Mallorca.
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Para otros, fue un instrumento de la colonización española que contribuyó a
la aniquilación de los pueblos indígenas que habían vivido en esas tierras
durante milenios.
Se trata de Junípero Serra, un fraile franciscano nacido en 1713 en la isla
española de Mallorca, que consagró parte de su vida a tareas evangelizadoras en
el Nuevo Mundo y a quien la Biblioteca Huntington de la localidad de San Marino,
a las afueras de Los Ángeles, dedica estos días una gran exposición con motivo
del 300º aniversario de su nacimiento.
La muestra, la más importante sobre la figura de Serra realizada en Estados
Unidos hasta la fecha, recorre a través de más de 250 objetos -algunos traídos
de España y México- las principales etapas de la vida del religioso y busca
poner en contexto las misiones que este fundó y la manera en la que los
indígenas se vieron obligados a integrarse en ellas.
Pese al revisionismo de las últimas décadas, Serra -quien en 1988 fue
beatificado por Juan Pablo II- sigue siendo un personaje histórico que cuenta
con gran estima entre los californianos y su figura sigue siendo reverenciada
por las instituciones y enseñada en las escuelas. No en vano es el único español
honrado con una estatua en el Capitolio de Washington.
Parte de la historia de EE.UU.
La muestra recorre a través de más de 250 objetos las
principales etapas de la vida del religioso.
"Para entender la historia de California hay que fijarse al periodo colonial
español. Para los californianos, Serra es tan importante como George Washington
o Thomas Jefferson", explica Steven W. Hackel, curador de la exposición junto a
Catherine Gudis y autor de "Junípero Serra: el padre fundador de California",
una exhaustiva biografía del religioso que acaba de llegar a las librerías.
"La historia que se enseña en EE.UU. se centra en las trece colonias inglesas
y la historia del oeste del país se cuenta a partir de la fiebre del oro que se
vivió en la región en la segunda mitad del siglo XIX", señala Hackel.
"A veces parece que los misioneros españoles y los indígenas no formaron
parte de nuestra historia. Para hacer justicia al padre Serra y a las culturas
indígenas que habitaban estas tierras necesitábamos una exposición como esta",
explica el historiador de la Universidad de California, Riverside.
La exposición empieza recreando la vida de Junípero Serra en su Mallorca
natal y cuenta con varios retratos y documentos traídos desde la isla
mediterránea que dan una idea de lo que fueron las cerca de dos décadas que pasó
formándose en un convento franciscano.
Como corroboran los testimonios de quienes lo conocieron, Serra llevó una
vida de pobreza, rectitud y sacrificio, y se vio influenciado de manera decisiva
por las obras del filósofo y teólogo mallorquín Ramon Llull y de la monja María
de Jesús de Ágreda.
En 1750, cuando ya contaba con 55 años, Serra llegó a México, donde, entre
otras tareas, se dedicó al establecimiento y administración de varias misiones y
colaboró con la Inquisición española en la investigación de los casos de
individuos acusados de brujería.
El nacimiento de las misiones
"La historia de las misiones es muy complicada
y hay muchas visiones opuestas sobre lo que fueron y lo que supusieron para los
pueblos indígenas de California. No puede decirse que estos se rindieran ante
los colonizadores pero tampoco que se opusieran frontalmente a ellos"
Steven W. Hackel,
historiador
En 1768, mientras se encontraba en Baja California reorganizando las misiones
tras expulsión de los jesuitas, fue llamado por la Corona española para, junto
con otros franciscanos y decenas de soldados, iniciar en establecimiento de
nuevas misiones en Alta California.
Según explica Steven W. Hackel, "España temía que Rusia fuera a apropiarse de
ese territorio, por lo que envió a Serra para constituir las misiones en San
Diego y Monterrey, y así bloquear el avance ruso".
Los franciscanos españoles acabaron fundando 21 misiones a lo largo de la
costa californiana, de las que nueve se pueden atribuir a Junípero Serra. Con el
paso de las décadas, en esos enclaves nacerían importantes ciudades como San
Francisco o Los Ángeles.
La muestra de la Biblioteca Huntington no busca ensalzar o denostar la figura
de Serra, sino poner de manifiesto las complejas interacciones que se dieron
entre los colonizadores y los indígenas que habitaban las tierras de lo que hoy
es California.
La exposición cuenta con diversos objetos que demuestran lo sofisticada que
era la cultura de los nativos y cómo estos -en parte a la fuerza y en parte por
propia voluntad- acabaron integrándose en la vida de las misiones, lo que hizo
que muchas de sus tradiciones llegaran hasta nuestros días.
"La historia de las misiones es muy complicada y hay muchas visiones opuestas
sobre lo que fueron y lo que supusieron para los pueblos indígenas de
California. No puede decirse que estos se rindieran ante los colonizadores pero
tampoco que se opusieran frontalmente a ellos", señala Steven Hackel.
El impacto en los pueblo indígenas
En la primera mitad del siglo XIX el sistema de misiones se
derrumbó.
Los franciscanos obligaron a bautizarse a los indígenas -a quienes
consideraban poseedores de una inteligencia inferior similar a la de los niños-
y no dudaban en utilizar el castigo físico si lo consideraban necesario.
Pese a ello, los religiosos también levantaron la voz contra los abusos de
los soldados españoles y apreciaban el valor de la cultura de los nativos, que
contaban con una elaborada artesanía, como demuestran las cestas, esculturas y
telas que pueden verse en la exposición.
Pero la buena voluntad de los religiosos no evitó que la población indígena
se redujera considerablemente. Según calculan los historiadores, antes del
establecimiento de las misiones, en el territorio de California vivían unos
300.000 nativos, cifra que hacia 1850 rondaba los 100.000.
Y es que una vez bautizados, los indígenas eran obligados a mudarse a vivir a
las misiones, donde muchos acababan muriendo debido a las condiciones de
insalubridad.
Lo paradójico de la situación era que, para otros, las misiones eran la mejor
opción para sobrevivir, ya que tras la llegada de los españoles -con sus
enfermedades y su ganado- la mayoría de los poblados indígenas habían
desaparecido.
Revisitando la historia
En el siglo XX la vida en las misiones se idealizó y se
convirtieron en una atracción turística.
En la primera mitad del siglo XIX el sistema de misiones se derrumbó, primero
con la guerra de independencia mexicana y después con la guerra entre México y
EE.UU., que haría que California pasara a formar parte del territorio
estadounidense.
Con el paso de las décadas, los nuevos pobladores de California sintieron la
necesidad de conocer la historia del territorio que habitaban y tomaron la
figura de Junípero Serra como referente de la primera presencia europea en el
lugar.
Como demuestran las pintorescas postales que pueden verse en la exposición de
la Biblioteca Huntington, la vida en las misiones se idealizó, al mismo tiempo
que las ruinas de los enclaves franciscanos eran reconstruidas y se convertían
en un punto de atracción para los turistas.
No sería hasta después de la Segunda Guerra Mundial que, con el surgimiento
de los movimientos de defensa de los derechos de los indígenas y gracias a la
labor de los historiadores, empezó a conocerse lo que realmente fue la vida en
las misiones franciscanas y las nefastas consecuencias que estas tuvieron para
los nativos americanos.
"La vida de Junípero Serra, sin importar lo que pensemos de él ni de sus
actos, presenta cuestiones muy interesantes sobre la época moderna de
California: la vida de los indígenas, las misiones, el catolicismo, el comercio
transatlántico, etc...", señala Steven Hackel.
"Con esta exposición queremos que la gente entienda lo que eran las misiones
que Serra ayudó a fundar, así como su legado. No queremos presentar una sola
visión del periodo colonial. Queremos que la gente juzgue por sí misma y vea la
complejidad de ese periodo de la historia de California", concluye el
historiador.