domingo, 22 de diciembre de 2013

Corazón artificial francés: un avance científico y una esperanza

 
París, dic. 22 . El implante en Francia de un corazón artificial autónomo y con tejido biológico es considerado hoy aquí como un notable avance de la ciencia y una esperanza para pacientes aquejados de insuficiencia cardíaca terminal.
 
Internet/Medios
Internet/Medios
Ideado por el profesor Alain Carpentier y la firma Carmat, el nuevo miocardio imita al órgano humano, tiene dos ventrículos y cuenta con sensores que permiten acelerar o reducir el ritmo cardíaco en función del nivel de esfuerzo de su receptor.

Este dispositivo utiliza tejido bovino en aquellas zonas que tienen contacto directo con la sangre, lo cual evita el rechazo del organismo y la formación de coágulos, y es capaz de bombear 35 millones de veces al año durante un mínimo de un lustro.

El nuevo corazón artificial fue implantado el miércoles en el hospital Georges Pompidou a un paciente de 75 años, cuya identidad no fue revelada, que padecía de un problema grave y no tenía otra alternativa.

Este paciente "progresa y se recupera", dijo el fin de semana el profesor Christian Latrémouille, quien realizó la intervención bajo la dirección de Carpentier.

Añadió que la operación se desarrolló en buenas condiciones, fue exitosa y al día siguiente al paciente le fue retirada la respiración artificial.

El presidente François Hollande felicitó al equipo médico por esta proeza médica, lo cual -dijo- constituye una esperanza para los pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada, reseño Prensa Latina.

Mientras, la ministra de Salud, Marisol Touraine, consideró que se trata de "un salto cualitativo importantísimo", si bien advirtió que "siempre hay que mostrar un poco de humildad y cautela".

Después de este primer implante, los médicos prevén realizar en las próximas semanas otras intervenciones de este tipo en hospitales de París o sus alrededores, e incluso, en Nantes.

El nuevo miocardio de 900 gramos es más pesado que el órgano biológico (300 gramos) y sólo puede ser implantado a personas corpulentas.

El otro gran problema es su elevado precio, estimado en 160 mil euros, por lo que sólo personas adineradas podrán ser sometidas a esta intervención, a menos que la seguridad social asumiera el costo de la intervención.
 
 
Fuente: Andina

LO MAS LEIDO