Una mejor dosificación de un tratamiento antipalúdico clave en niños pequeños podría mejorar la terapia, según sugiere un análisis de más de 7.000 pacientes con malaria en África, Asia y América del Sur, publicado en 'Plos Medicine'. En concreto, los hallazgos de este trabajo sugieren que podría estar justificada una mayor optimización de la dosis de los fármacos dihidroartemisinina-piperaquina en los niños pequeños.
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Foto: CRUZ ROJA |
La resistencia a los medicamentos contra la malaria ha obstaculizado los programas de control de la enfermedad durante casi 60 años, por lo que un factor clave en la lucha contra esta amenaza es asegurar que todos los medicamentos antipalúdicos se despliegan de forma que se asegure que el mayor número de pacientes estén completamente curados.
Esta nueva investigación presenta un argumento convincente para que los diseñadores de políticas de salud pública presten especial atención a las recomendaciones de dosificación de las terapias combinadas con artemisinina (TCA) en la revisión de los protocolos actuales de tratamiento con drogas, sobre todo para los niños pequeños.
El documento examina la combinación de piperaquina y dihidroartemisinina, una opción cada vez más común de tratamiento para los pacientes que padecen malaria causada por el parásito 'Plasmodium falciparum'.
Los resultados del estudio, coordinado por la Red de Resistencia contra la Malaria a nivel mundial (WWARN, en sus siglas en inglés), muestran que mientras que el tratamiento de la malaria con dihidroartemisinina-piperaquina generalmente resulta en una excelente recuperación del paciente, los niños pequeños registran un mayor riesgo de fracaso del tratamiento, lo que puede deberse a que reciben una dosis insuficiente de la droga.
WWARN reunió a 76 investigadores de todo el mundo que contribuyeron con datos de pacientes individuales de 26 estudios clínicos. Los resultados confirman que la combinación de dihidroartemisinina-piperaquina es altamente eficaz en la curación de más del 97 por ciento de los pacientes pero que un tercio de los niños de 1 a 5 años recibió una dosis de piperaquina inferior a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud.
Por otra parte, los pacientes que recibieron una dosis más baja respondieron más lentamente al tratamiento y tuvieron un mayor riesgo de contraer la malaria de nuevo. Uno de los autores del estudio, la doctora Corine Karema, del Programa Nacional de Control de la Malaria de Ruanda, hace hincapié en que "es muy importante que las directrices de tratamiento recomienden una dosificación óptima de los fármacos para maximizar su impacto y asegurar que todos los pacientes son rápida y completamente curados".
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