sábado, 11 de enero de 2014
¿Realmente es peligroso despertar a un sonámbulo?
Ocasionalmente me levanto de la cama en medio de la noche y
deambulo profundamente dormida por la habitación, o incluso por el
departamento.
Y no soy la única: uno de cada cinco niños camina dormido con regularidad y
al menos un 40% lo ha hecho al menos una vez. A medida que crecemos eso ocurre
con menos frecuencia, pero entre el 1% y el 2,5% de adultos aún lo hace.
Algunos sonámbulos imaginan que están escapando de algo que los asusta. Otros
inspeccionan meticulosamente armarios y cajones buscando alguna cosa.
Cuando era niña solía bajar las escaleras dormida para sentarme al lado de
mis padres a mirar televisión, hasta que me llevaban de vuelta a mi cuarto.
Cualquiera que se haya topado con un sonámbulo sabe que se trata de un estado
muy extraño, un estado que combina actividades tan disímiles como dormir y
caminar.
Una de las recomendaciones que seguramente habrá escuchado es que es
peligroso despertar a un sonámbulo y, que hacerlo, los daña de alguna
manera.
Esto no es estrictamente cierto, aunque es verdad que a un sonámbulo no le
agrada que lo despierten mientras camina dormido.
No se sabe con exactitud por qué el cerebro de algunas personas les da la
orden de caminar cuando duermen, pero sí sabemos bastante sobre qué pasa cuando
dormimos.
Durante la noche, el ciclo del sueño atraviesa varias etapas. Comienza con un
período de sueño liviano que se torna considerablemente más profundo a los 20
minutos, aproximadamente, y luego se vuelve un poco más ligero otra vez, antes
de ingresar en una fase conocida como MOR (movimientos oculares rápidos).
Este ciclo se repite varias veces durante la noche y la fase MOR se hace cada
vez más larga, hasta que al llegar la mañana, esta parte del ciclo constituye la
parte central del sueño.
En la fase MOR es donde tenemos más posibilidades de soñar. En esta etapa el
cuerpo está paralizado para evitar actuar el contenido del sueño, pero el
sonambulismo ocurre durante una etapa mucho más profunda.
Es un estado curioso, paradójico. El cerebro está lo suficientemente activo
como para que uno se pueda mover, pero no tan activo como para que uno se
despierte.
Un estudio reciente llevado a cabo en el Hospital Niguarda de Milán, en
Italia, examinó las ondas cerebrales de las personas que son proclives a caminar
dormidas y descubrió que algunas partes del cerebro permanecen despiertas
mientras otras están dormidas. Esto parece indicar que el sonambulismo está
causado por un desequilibrio entre estos dos estados.
Es un mito que la gente camina con los brazos extendidos como un zombie, pero
sí es cierto que los sonámbulos tienen por lo general la mirada perdida y que es
muy difícil llamar su atención.
Los sonámbulos no suelen encender las luces sino que deambulan por la casa
que reconocen de memoria.
También es un mito que los sonámbulos no se lastiman al caminar: es posible
que tropiecen si en el camino hay un objeto fuera de lugar o si están en un
lugar poco familiar, como por ejemplo si se aventuran a la calle.
Matthrew Walker, profesor de la Clínica del Sueño del Hospital Univeristy
College de Londres, le dijo a la BBC que una vez había tenido un paciente
que salió de su casa, se subió a su carro y comenzó a conducir completamente
dormido.
También está el caso de una niña de 15 años que fue hallada en 2005
acurrucada en la cima de una grúa de 40 metros de altura, después de subirse a
ella completamente dormida.
Estos casos son raros. El sonambulismo ocasional no suele ser un problema y
la mayoría de los niños lo superan. Si ocurre todas las noches y causa
problemas, especialistas en desórdenes del sueño recomiendan a los padres tomar
nota de cuándo sucede y despertar al niño suavemente 15 minutos antes de que
ocurra.
Esto generalmente permite interrumpir el ciclo.
Entonces, ¿qué hacer si descubre a una persona cercana caminando dormida?
Para empezar, están tan dormidos que probablemente no noten su presencia,
incluso aunque intente despertarlos. Si lo logra, es posible que se desorienten
a tal punto que se angustien.
Todos hemos experimentado alguna vez esa sensación de profundo desconcierto
cuando la alarma del despertador interrumpe un sueño profundo.
Una vez me desperté violentamente con el sonido de algo que se cayó y noté
que estaba en la cocina, descalza, rodeada de vidrios rotos: como la mayoría de
los sonámbulos no encendí la luz y choqué un vaso contra la canilla.
Despertar a un sonámbulo no le provocará un ataque al corazón ni lo pondrá en
coma, pero lo mejor que uno puede hacer es tratar de no despertarlo y llevarlo
cuidadosamente a la cama para que no se lastime.
Seguirá profundamente dormido y es probable que por la mañana no recuerde
nada de lo ocurrido.
Fuente: BBC MUNDO
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