La raíz del estudio pretende establecer que existe una base
neurobiológica para la belleza, que en este caso, para los matemáticos podrían
ser las ecuaciones.
¿Pueden las precisas y hermosas melodías de las "Las bodas de
Fígaro", de Mozart, tener la misma impresión de belleza en el cerebro que la
fórmula matemática de la teoría de la relatividad de Albert Einstein?
Parece que sí. Una investigación realizada por científicos de la Universidad
de Londres reveló que una compleja cadena de números y letras en una fórmula
matemática puede evocar las mismas sensaciones de belleza que una obra maestra
de la música.
El estudio consistió en ubicar delante de matemáticos lo que eran
consideradas ecuaciones "feas" y "bellas" y allí se pudo observar, mediante el
uso de escáner conectado al cerebro, que al mirar las ecuaciones consideradas
sublimes tenían la misma reacción neuronal que al apreciar una obra de arte.
Los investigadores sugirieron, basados en estos datos, que es posible que
exista una base neurobiológica de la belleza.
Todo esto porque raramente se expresa de igual manera el gusto por la fórmula
de la identidad de Euler o el teorema de Pitágoras como se hace cuando se
escucha lo mejor de Beethoven o se observa un cuadro de Van Gogh.
Fórmulas estéticas
La Identidad de Euler, fue calificada como una de las fórmulas
más "bellas".
Para realizar el estudio, publicado en la publicación académica
Frontier, se le entregaron a 15 matemáticos 60 fórmulas para calificar
su estética.
"Un gran número de áreas del cerebro están involucradas cuando observas una
ecuación matemática, pero cuándo les pides que las califiquen por su belleza, la
parte emocional del cerebro se activa, como si estuvieras viendo una pintura",
le dijo a la BBC el profesor Semir Zeki, que formó parte de la
investigación.
Entre más bella calificaban la fórmula, más actividad era registrada en las
imágenes de resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) que se tomaban
en esos momentos.
"La neurociencia no puede afirmar que tan
bello es algo, pero si se logra involucrar la parte medio orbito-frontal del
cerebro, como sucede con los matemáticos y las ecuaciones, se puede encontrar
belleza en todo"
Semir Zeki, investigador
"La neurociencia no puede afirmar que tan bello es algo, pero si se logra
involucrar la parte medio orbito-frontal del cerebro, como sucede con los
matemáticos y las ecuaciones, se puede encontrar belleza en todo", afirmó
Zeki.
La identidad de Euler
A simple vista tal vez la fórmula de la identidad de Euler no sea muy "linda"
o "artística", pero en el estudio fue la mejor calificada por los
académicos.
Para el profesor David Percy, del Instituto de Aplicaciones de la Matemática
de Reino Unido, ésa es su favorita.
"Es un verdadero clásico y es posible que no se pueda hacer algo mejor que
eso", dijo Percy.
Y añadió que "combina de manera increíble las constantes más importantes de
la matemática: cero (identidad aditiva), uno (identidad
multiplicadora), i y pi (los números transcendentales más
comunes) y el último que es i (el número imaginario)".
Para Percy lo que hay que tener claro es que el impacto al observar estas
ecuaciones no es inmediato, sino gradual. Como con una composición musical, que
después de escucharla varias veces es que se puede apreciar su potencial
real.
"Su estética ha sido fuente de inspiración y te da el entusiasmo para
encontrar cosas nuevas", concluyó Percy.
Belleza innegable
Para el matemático Marcus Du Sautoy es innegable la belleza de las
matemáticas y que eso es lo que inspira a cada uno de los matemáticos en su
trabajo.
El físico teórico Paul Dirac afirmó en alguna ocasión: "Lo que
hace tan aceptable la teoría
de la relatividad es la belleza de su simpleza,
que solo los matemáticos podemos apreciar".
"Amo las cosas que Pierre de Fermat hizo. Él demostró que cualquier número
primo que se puede dividir por cuatro y sobra uno, fue la suma de dos números
cuadrados", señaló Du Sautoy.
Por supuesto, puso un ejemplo: "Veamos, 41 es un número primo que al
dividirlo por cuatro y sobra uno, es igual a la suma de 25 (cuadrado de cinco)
más 16 (cuadrado de cuatro). Lo que nos recuerda que es una cifra que se puede
escribir en dos números cuadrados".
Du Sautoy aclaró que es inesperado que en matemáticas estas dos cosas
(números primos y cuadrados) tengan algo en común, pero sirve como prueba de
cómo dos ideas separadas se van mezclando al igual que en una composición
musical las notas se van juntando.
"Pero lo placentero es el camino que recorres para estudiarlo o para crearlo,
como en un cuadro o una composición, no basta con la interpretación o la
exposición en un museo", concluyó.
En el estudio, los matemáticos calificaron la serie infinita de Srinivasa
Ramanujan y la ecuación funcional de Bernhard Riemann como las más "feas".
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