sábado, 3 de mayo de 2014
¿Cuánto sobreviviríamos si desapareciera toda la vegetación?
Si toda la vegetación verde se desvaneciera se darían inundaciones masivas y
deslavamientos, ya que el suelo perdería el efecto estabilizador de las raíces
de las plantas, y el agua de lluvia correría libre por la superficie.
Si todas las plantas murieran debido a un misterioso virus, tendrían lugar
enormes incendios ya que los bosques estarían tremendamente secos.
Mucho antes de que esto sucediera, casi todos los ecosistemas en tierra firme
colapsarían. Primero los herbívoros y luego los carnívoros, que morirían de
inanición.
Sin embargo, los humanos no morirían por completo. Las reservas de comida
durarían un año en países desarrollados y todavía se podrían obtener alimentos
del mar, ya que los organismos marinos dependen de la fotosíntesis de algas
unicelulares, no de las plantas.
Seríamos incluso capaces de cultivar algas nosotros mismos.
Estas algas producen también el 50% del oxígeno de la Tierra, así que todavía
se podría respirar, sobre todo teniendo en cuenta que seríamos virtualmente el
único animal en el planeta.
Nuestro sistema nervioso ha evolucionado hasta ser progresivamente menos
sensible a los estímulos cuando persisten durante un largo periodo de
tiempo.
Esto nos permite concentrarnos en nuevas sensaciones que tienen más
probabilidades de suponer una oportunidad o una amenaza.
Nosotros también tenemos una memoria olfativa que descarta olores que fueron
experimentados recientemente.
Este es el motivo por el que no notamos el olor de nuestro hogar cuando
regresamos del trabajo, pero sí que huele extraño cuando volvemos de
vacaciones.
Los osos polares están muy bien aislados, con una capa de grasa de diez
centímetros cubierta por otra capa de pelo de 15 centímetros.
Estos animales pierden tan poco calor que son casi invisibles para las
cámaras térmicas.
Pero un reciente estudio de la Universidad de Buffalo descubrió que los osos
polares tienen genes que han evolucionado para producir más óxido nítrico que
cualquier otra especie.
El óxido nítrico u óxido de nitrógeno es una molécula de señalización y uno
de los mecanismos que controla es el uso de los nutrientes disponibles para
producir energía metabólica o para convertirla en calor corporal.
Los osos polares parecen ser capaces de divertir gran parte de sus recursos
corporales en la generación de calor.
Para llevar a cabo este proceso tienen una dieta alta en calorías,
normalmente a base de grasa de foca.
Un estudio conjunto publicado este año por la Universidad de Lincoln y la
Universidad de Auckland concluyó que en un futuro sufriremos más apagones
eléctricos.
El estudio analizó el suministro de energía y consumo en gran parte de los
países occidentales.
De este modo calcularon que para 2035 se dará un aumento de un 80% de la
demanda eléctrica en todo el mundo, lo que precisará una generación extra de
5.900 gigavatios de energía.
Si continuamos construyendo centrales eléctricas al ritmo actual, el
suministro quedará por detrás de la demanda y los apagones serán más
frecuentes.
Fuente: BBC MUNDO
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