domingo, 12 de octubre de 2014
¿Por qué solemos recordar las críticas y no los elogios?
Este es un aspecto de lo que los psicólogos llaman "sesgo de negatividad", una tendencia que se encuentra también en otras especies y que quizás evolucionó para protegernos del peligro.
Solemos recordar más los eventos que nos causaron miedo o dolor que los felices, los actos desagradables que los amables y procesamos las malas noticias de forma más completa que las buenas.
Con las relaciones interpersonales se necesitan muchos ejemplos de elogios para contrarrestar una sola crítica desagradable.
En lo referente a la autopercepción, los seres humanos estamos altamente motivados a evitar una mala definición de nosotros mismos y por eso reaccionamos con emociones mucho más intensas a las críticas que a los elogios.
Por otra parte, mucha gente sobrestima sus propias cualidades positivas y esto puede ayudar a superar el sesgo de negatividad.
Fuente: BBC MUNDO
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