más del doble de lo que se comía un siglo atrás. De acuerdo a los tiempos, las preferencias
por las proteínas de origen animal han variado según las regiones.
por China, pero ya en el siglo XXI pareciera que los recursos están más orientados a la
producción aviar y porcina.
Los tres principales productores mundiales de carnes son Estados Unidos, Brasil y China que también son los principales proveedores de proteínas vegetales, los dos primeros por
la calidad y extensión de sus tierras y por sus tecnologías y el tercero exigido por su enorme población.
En otro plano, la cadena alimentaria marina provee cerca de 90 millones de toneladas
anuales y representa la principal fuente de proteínas de calidad que ofrece el mundo. Este recurso está súper explotado y muchas especies están en proceso de extinción.
Según afirma Lester Brown en El vigésimo noveno día, 90% de la pesca mundial se realiza
en aguas de alta mar, aunque no siempre de la zona libre de acceso a cualquier país,
mientras que 10% se realiza en lagos y ríos. El consumo es directo por el hombre pero
también se usan las especies menos valiosas para la producción de alimentos para el ganado porcino y también de aves.
La pesca oceánica alcanzó su máximo esplendor en los ’70 después de un proceso
ascendente que comenzó en los ’50 a partir de 20 millones de toneladas anuales.
cuando falta el pescado se vuelca principalmente hacia la soja como gran proveedora de proteínas.
Pacífico peruano, donde la anchoa fue extraída a razón de 12 millones de toneladas en
los ’70.
La importancia del hábitat marino para la producción de alimentos se ve empañada por la contaminación a la que los mares son sometidos en toda su extensión (prácticamente dos terceras partes del planeta).
ya sea industriales, agrícolas o urbanos y por supuesto, de manera deliberada o no,
los residuos o restos arrojados por navíos, como combustibles y cargas peligrosas que
van desde hidrocarburos hasta residuos nucleares.
Todo lo descripto sumado a la contaminación de la atmósfera ha producido efectos
negativos para la vida marina. La científica estadounidense Lara Hansen del Fondo
Mundial para la Naturaleza, explica que en los últimos cincuenta años ha habido un gran crecimiento del nivel de acidez en el agua, en el rango de más de diez veces en ese
lapso y se espera, según ella, que el proceso continúe en progresión geométrica para
las primeras décadas del siglo actual.
La importancia de la acidez en el agua es que ésta disuelve el carbonato de calcio y con ello se dificulta la formación de caracoles y conchas marinas que necesitan de calcita y aragonita
para la formación de sus cuerpos, asunto de gran consecuencia para la cadena alimentaria
de peces y otros exponentes de la vida marina.
imperceptibles para el habitante común, pero eso y los intereses de los mercados
hacen que las especies comiencen a desaparecer porque los cambios ambientales están produciéndose a una velocidad más rápida de lo que ellas necesitan para adaptarse,
esto último es especialmente
importante para los seres más grandes cuya vida es más prolongada.
En un artículo de Science -diciembre de 2007- se afirma que los océanos absorben de
manera natural alrededor de 25% de todo el dióxido de carbono lanzado a la atmósfera.
baja del pH (índice de acidez o alcalinidad de líquidos que marca: cuanto más bajo más
ácido). En el mismo artículo se dice que el área del Caribe ya ha perdido casi 80% de sus formaciones coralinas debido al proceso de calentamiento global
La estimación hecha por el IPCC (Panel Intergubernamental para el Cambio Climático
-siglas en inglés-) es que si el grado de contaminación de la atmósfera llegara
efectivamente a 500 ppm (partes por millón), como está previsto para 2050, los corales comenzarían su
proceso de extinción, agravado aún más por el proceso de blanqueado que se produciría
debido al aumento de la temperatura de las aguas.
No fue casual el crecimiento en la producción de alimentos en la segunda mitad del siglo
pasado. En ese período, como hemos dicho, la población humana aumentó dos terceras
partes.
vivir a todos los seres de este mundo con menos o diferentes recursos alimentarios.