miércoles, 7 de enero de 2015
Cómo una cuarentena puede salvar el futuro del chocolate
Una institución para salvar el futuro del chocolate acaba de abrir las puertas de sus nuevas instalaciones en Reino Unido.
Se trata del Centro Internacional de Cuarentena del Cacao (ICQC, por sus siglas en inglés), fundado en 1985 por la Universidad de Reading, en Inglaterra.
Se encarga del control de calidad de todas las nuevas variedades de cacao del mundo, ya que es conveniente que éstas guarden cuarentena antes de ser cultivadas en los países productores, en Centroamérica, Sudamérica, en el Caribe o en África Occidental.
Y como la demanda de chocolate crece más rápido que el suministro de cacao y por culpa de las plagas se pierde alrededor del 30% de la producción mundial, la actividad de este centro resulta importante para garantizar el abastecimiento del mercado.
"Una de las principales cuestiones relacionadas con la mejora del cacao es el suministro de material (genético) limpio, saludable e interesante", le dice a la BBC el profesor Paul Hadley, el líder del proyecto sobre cacao de la Universidad de Reading.
De ese suministro se encarga también el centro.
Para ello, sin embargo, "necesitas algún mecanismo para asegurar que no transfieres plagas y enfermedades".
En esa línea, "gracias al centro los productores adquieren plantas de cacao genéticamente diversas de las que pueden luego obtener nuevas variedades adaptadas a las condiciones locales", le explica Adrew J. Daymond, del ICQC, a BBC Mundo.
En la nueva sede del centro, cuya construcción ha costado más de US$1,5 millones, tienen 400 variedades de cacao en un gran invernadero, donde llevan a cabo la cuarentena.
"La cuarentena del cacao es altamente recomendable cuando se transfieren materiales de cultivo, como semillas y esquejes, entre diferentes regiones productoras", señala Daymond.
Así, en las nuevas instalaciones "utilizamos una gran cantidad de energía para mantener a las plantas de cacao en condiciones tropicales y la nueva instalación nos permite hacerlo de una forma más eficiente", explica.
Además, que las plantas de cacao hagan la cuarentena en Reino Unido tiene sentido.
Gracias al fresco clima británico, el ICQC se encuentra aislado de las enfermedades que afectan a las semillas y plantas del cacao en sus países de origen donde las temperaturas y la humedad suelen sen más altas.
Después de tenerlas hasta dos años en aislamiento, las semillas de cocoa seguras se envían a 20 países de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe, y también de África occidental; con mayor frecuencia a Brasil, Costa Rica, Ecuador, Ghana, Malasia, Costa de Marfil, India, Indonesia, Liberia, Sierra Leona, Nigeria, Australia y Filipinas.
Es África Occidental la región donde se produce el 75% del cacao para chocolate de todo el mundo.
Por lo tanto, que la cosecha sea buena es importante para la economía regional y los dos millones de personas que trabajan en el sector.
En ese sentido, si nuevas plagas alcanzaran el oeste de ese continente, y se sumaran al brote de ébola que asola la región, sería "absolutamente devastador para la industria a nivel internacional", asegura Hadley.
Aún logrando mantener a raya esta amenaza, ya hay signos de que el apetito global por el chocolate es superior a la oferta.
"Existe cierta preocupación dentro de la industria por el hecho de que la demanda está aumentando implacablemente, en especial en países como China, donde el nivel de vida es cada vez mayor y los ciudadanos están desarrollando el gusto por el chocolate y otros productos de confitería", señala Hadley.
"Así que la demanda crece pero la oferta, a menos que se haga algo, no puede seguir ese ritmo".
Sin embargo, el experto cree que la crisis del chocolate es evitable.
Los investigadores y productores están haciendo un gran esfuerzo para mejorar tanto el cultivo como la producción, señala.
"La mayor parte del cacao la producen agricultores de subsistencia, quienes cultivan entre una y dos hectáreas. Así que, además de variedades de cacao más eficientes, también necesitan mejorar la forma en la que cultivan", explica Hadley.
"Si se mejoran ambas cosas, tengo confianza. Si no hiciéramos nada, habría una crisis (del chocolate), pero se está haciendo un gran esfuerzo a nivel internacional en ese sentido", asegura.
"Nadie está sentado esperando".
Fuente: BBC MUNDO
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