domingo, 8 de marzo de 2015
Tu subconsciente es más "inteligente" de lo que pensabas
Sentimos que tenemos las cosas bajo control cuando resolvemos rompecabezas o leemos, pero un experimento reciente muestra que ocurren muchas cosas bajo la superficie de nuestras mentes conscientes y según un reciente estudio fiarse del instinto puede contribuir a tomar mejores decisiones que la reflexión profunda.
A medida que nos movemos por el mundo, caminando y hablando, nos observamos reflexionando y teniendo ideas y pensamientos.
¿Qué quiero para comer?, me pregunto. ¿Por qué habrá hecho eso?, pienso, y me propongo averiguarlo.
Es natural asumir que esta experiencia de mi propio ser es un relato de mi mente. Es natural asumirlo, pero es incorrecto.
Todos los psicólogos reconocen que hay un subconsciente, una parte de nuestro cerebro que juega un papel muy importante en los procesos del pensamiento.
Si me pregunto cuál es la capital de Francia la respuesta aparece en mi mente de manera automática: París.
Si decido menear mis dedos, se mueven adelante y atrás en un complejo patrón que no preparé de forma consciente, pero que fue puesto en marcha por mi subconsciente.
El gran debate en psicología es exactamente qué es lo que pone en marcha el subconsciente, y qué es lo que requiere pensamiento consciente.
O, parafraseando el titular de un importante artículo sobre el tema: "¿Es el subconsciente inteligente o tonto?
Una creencia popular es que el subconsciente puede preparar acciones simples de estímulo-respuesta: puede llevar a cabo acciones básicas, reconocer objetos y realizar movimientos repetitivos.
La cognición compleja que precisa de planear, razón lógica y combinar ideas, por otro lado, necesita pensamiento consciente.
Pero un experimento reciente llevado a cabo por un equipo israelí va en contra de todos estos supuestos.
Ran Hassin y sus colegas usaron un truco visual llamado "Supresión Continua Flash" para poner información en las mentes de los participantes sin que ellos se diesen cuenta.
Puede sonar doloroso, pero en realidad es algo muy simple.
La técnica saca ventaja del hecho de que tengamos dos ojos y que nuestro cerebro tienda a formar una visión coherente del mundo con la fusión de las imágenes que capta cada uno de ellos.
El proceso consiste en mostrar a los sujetos una imagen distinta para cada ojo.
Mientras uno de ellos recibe una rápida sucesión de cuadrados coloreados brillantes, el otro es incapaz de asimilar la información que se le presenta.
Debido a la distracción que suponen los cuadrados brillantes en uno de los ojos, el otro puede tardar varios segundos en entender la información que observa.
El experimento de Hassins consistía en una presentación inconsciente de preguntas aritméticas.
Las preguntas consistían en un problema aritmético, por ejemplo: "9-3-4 igual a…" seguido de una presentación, claramente visible, de un número que los participantes tenían que leer en voz alta tan rápido como pudiesen.
Este número bien podía ser la respuesta correcta o una respuesta incorrecta.
El resultado fue que los participantes eran mucho más rápidos en leer la respuesta si esta era la correcta que si era la incorrecta.
Esto demuestra que el problema había sido previamente procesado y resuelto por sus mentes, aun sin saberlo.
El resultado de este estudio sugiere que la parte subconsciente de la mente tiene capacidades más sofisticadas que lo que mucha gente pensaba en un principio.
Al contrario que otros estudios de procesos no conscientes, esto no era una respuesta automática a un estímulo, sino que requería una respuesta precisa dictada por las reglas de la aritmética, algo que asumimos solo podría darse de forma deliberada.
El estudio afirma que la técnica usada puede cambiar de forma profunda el estudio del subconsciente y asegura que "el subconsciente puede llevar a cabo todos los procesos fundamentales y básicos que realiza la mente consciente".
Esta afirmación es poderosa y los autores reconocen que todavía queda mucho recorrido por hacer en el campo de nuestro subconsciente.
Al igual que ocurre con los icebergs, la mayor parte de las operaciones que realiza nuestra mente ocurren de manera "secreta".
Experimentos como este ayudan a llevar un poco de luz a esas partes oscuras de nuestra psique.
Fuente: BBC MUNDO
miércoles, 4 de marzo de 2015
¿Realmente es bueno tener las pestañas largas?
¿Realmente es bueno tener las pestañas largas?
¿Cuál es el largo ideal de las pestañas?
Muchos dirían que cuanto más largas mejor: resaltan el color de los ojos y hacen tu mirada más penetrante.
Sin embargo, su longitud, que equivale a un tercio del ancho del ojo, es exactamente la que deben tener, según un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia, en Estados Unidos.
Ésta es la medida ideal para que las pestañas cumplan su verdadera función: mantener la humedad de los ojos, según explican en el estudio publicado en elJournal of the Royal Society Interface,
Mecanismo
Tras medir el largo de las pestañas en diversos mamíferos -un total de 22 entre los que se incluyen jirafas, erizos y seres humanos- los científicos notaron que la proporción se mantiene en todos ellos.
"Excepto el elefante -que no sabemos por qué- tiene las pestañas extremadamente largas", le explica a BBC Mundo Guillermo J. Amador, autor principal del estudio.
La investigación no contradice lo que se sabía sobre la función de las pestañas -mantener al ojo limpio- sino que añade información al explicar el mecanismo.
No solo hacen que los ojos se cierren para evitar que les entre polvo sino que "interactúan con el aire para mantener la humedad", señala Amador.
"Las pestañas forman una barrera que controla la corriente del aire y la velocidad de la evaporación en la superficie de la córnea", añade.
Si son más cortas, pero sobre todo, si son más largas, permiten el paso del aire y el ingreso de partículas de polvo en los ojos.
Las desventajas de las pestañas postizas
Para poner a prueba su teoría, los investigadores crearon una suerte de ojo artificial y lo pusieron en un túnel de viento para analizar la reacción.
Así descubrieron la proporción ideal variando la longitud de la pestañas del ojo artificial.
Cuando superaban la proporción ideal, el aire y sus moléculas se dirigían hacia el interior del ojo provocando una evaporación más rápida.
En este sentido, las pestañas postizas, que parecen estar otra vez de moda, representan un problema, a menos que respeten la longitud de las pestañas naturales.
La densidad -cuántas pestañas tiene el ojo- también influye, pero no en la misma medida que el largo. Y en ese sentido, se hace notar la influencia del entorno.
Las pestañas de los camellos, que viven en el desierto donde hay mucho polvo, tienen una densidad mucho mayor que las de otros animales
"Por ejemplo, las pestañas de los camellos, que viven en el desierto donde hay mucho polvo, tienen una densidad mucho mayor que las de otros animales".
Pero en el caso de los ratones, que en función de su hábitat necesitan que sus ojos reciban más luz, se mantiene la proporción del largo pero la densidad es más baja, hace notar Amador.
En cuanto a las aplicaciones de este estudio, los investigadores creen que pueden servir para crear tecnologías para proteger los lentes de las cámaras o los sensores.
El resultado de la investigación “también puede aplicarse en el caso de los paneles solares, añadiendo una especie de pestañas falsas. Es decir, en toda superficie que necesite mantenerse limpia, pero permitiendo el paso de la luz", dice Amador.
Fuente: BBC MUNDO