sábado, 23 de abril de 2016

El cambio climático pone en severo riesgo a la población africana

EL CAIRO, 21 abr 2016 (IPS) - “Las consecuencias negativas del cambio climático amenazan el desarrollo y la existencia misma de los seres humanos en África; la población, los ecosistemas y su biodiversidad única serán grandes víctimas” del fenómeno, subraya el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) de Kenia.
A ese punto llega la preocupación del Pnuma en este continente con 54 países y una población de unos 1.200 millones de habitantes.
“Ningún continente soportará un golpe tan severo por el cambio climático como África”, asegura el PNUMA, con sede en Nairobi.
Otras organizaciones internacionales son igulamente contundentes al respecto.
Por ejemplo, en base al análisis del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, en inglés), el Banco Mundial confirmó que África será la región más vulnerable del mundo a los efectos negativos del recalentamiento planetario.
En África subsahariana, los eventos climáticos extremos harán que las áreas secas sean más secas y las húmedas, más húmedas, la agricultura soportará la pérdida de cultivos y las enfermedades se propagarán hacia mayores altitudes, alertan expertos del Banco Mundial.
También alertan que para 2030 unas 90 millones de personas más podrían quedar expuestas a la malaria (paludismo), “el mayor asesino en África subsahariana”.
Esas y otras terribles conclusiones no son nuevas para los especialistas del Banco Mundial. De hecho, hace cinco años alertaron que la temperatura promedio en este continente subió medio grado centígrado en el último siglo y que la temperatura anual promedio probablemente aumente entre 1,5 grados y cuatro grados para 2099, según los últimos datos del IPCC.
El cambio climático pone en severo riesgo a la población africana
En Etiopía, los pastores venden sus animales para tener menos. Las consecuencias de El Niño los obligan a tener rebaños más pequeños. Crédito: FAO.
Expertos del Pnuma explicaron que por la posición geográfica, este continente es particularmente vulnerable debido a la “considerablemente limitada capacidad de adaptación, exacerbada por la pobreza generalizada y la falta de desarrollo”.
¿Qué está en juego?
Algunos de los hechos que figuran en la ficha descriptiva “Cambio climático en África, ¿qué está en juego?”, elaborada por el Pnuma gracias a la evaluación del IPCC, son sorprendentes:
— Para 2020, se estima que entre 75 millones y 250 millones de personas en África podrían sufrir estrés hídrico debido al cambio climático.
— Para 2020, la producción agrícola que depende de las lluvias podría reducirse en algunos países en 50 por ciento.
— La producción agrícola, que incluye el acceso a los alimentos en muchos países africanos, podría verse severamente comprometida. Eso agravará la inseguridad alimentaria y exacerbará la malnutrición.
— Hacia fines del siglo XXI, el aumento del nivel del mar podría perjudicar áreas costeras bajas con grandes asentamientos humanos.
— Para 2080, podrían aumentar entre cinco y ocho por ciento las tierras áridas y semiáridas en África, según diversos escenarios climáticos.
— El costo de las medidas de adaptación podría ascender a entre cinco y 10 por ciento del producto interno bruto (PIB).
El cambio climático pone en severo riesgo a la población africana
En Mozambique, la inversión ambiental genera beneficios para los más pobres. Las comunidades locales se esfuerzan por proteger su ecosistema para preservar sus ingresos tras un enfermedad que devastó las plantaciones de coco. Crédito: PNUMA.
El capítulo africano del informe del IPCC sobre proyecciones climáticas para la región confirma esos datos y ofrece algunos otros hechos claves:
Temperatura: Para 2050, el aumento de la temperatura en África podría promediar entre 1,5 grados y tres grados centígrados, una tendencia que continuará después de esa fecha. El recalentamiento muy probablemente sea mayor al promedio global anual en todo el continente y todas las estaciones, con regiones subtropicales más secas que los húmedos trópicos.
Ecosistemas: Se estima que para 2080 la proporción de tierras áridas y semiáridas en África aumentará entre cinco y ocho por ciento. Los ecosistemas son fundamentales porque contribuyen significativamente a la biodiversidad y al bienestar de los seres humanos.
Entre 25 y 40 por ciento de las especies de mamíferos de los parques nacionales de África subsahariana estarán en peligro. las evidencias muestran que el clima modifica los ecosistemas naturales de montaña a través de complejas interacciones y respuestas.
Precipitaciones: También habrán grandes variaciones en las tendencias anuales y estacionales de las lluvias, así como eventos extremos de inundaciones y sequías.
Las precipitaciones anuales probablemente disminuyan en gran parte de la costa africana que bordea el Mediterráneo y en el norte del Sahara, con grandes probabilidades de que disminuyan las lluvias a medida que uno se aproxima al mar.
El cambio climático pone en severo riesgo a la población africana
Un agricultor de susbsistencia de Zimbabwe muestra un maíz deforme que cultivó en su campo a las afueras de Harare. Crédito: FAO.
Sequías: Para 2080 se proyecta un aumento de entre cinco y ocho por ciento de las tierras áridas y semiáridas según varios escenarios climáticos. Las sequías se han vuelto más comunes, en especial en los trópicos y las zonas subtropicales desde de la década de 1970.
La salud humana, ya comprometida por numerosos factores, podría agravarse a raíz del cambio climático y la variabilidad climática debido, en especial, a la malaria en África austral y las tierras altas de África oriental.
Agua: Para 2020, entre 75 millones y 250 millones de personas podrían sufrir un mayor estrés hídrico por el recalentamiento planetario, y para 2050 serían entre 350 millones y 600 millones. La variabilidad y el cambio climático ejercerán una presión adicional sobre la disponibilidad, las posibilidades de acceso y la demanda de agua en África.
Agricultura: Para 2020, la producción de los cultivos dependientes de la lluvia podrían reducirse en algunos países en 50 por ciento.
La producción agrícola, que incluye el acceso a los alimentos en muchos países africanos podría verse severamente comprometida. Eso perjudicará más la seguridad alimentaria y exacerbará la malnutrición. Los ingresos netos del sector podrían caer hasta 90 por ciento para 2100, siendo los más perjudicados los pequeños agricultores.
Aumento del nivel del mar: África tiene cerca de 320 ciudades costeras, con más de 10.000 habitantes, y unas 56 millones de personas, según estimaciones de 2005, en zonas costeras bajas, a menos de 10 metros por encima del nivel del mar.
Para fines de este siglo, el aumento del nivel del mar podría afectar a las zonas costeras bajas con grandes asentamientos humanos.

Energía: El acceso a la energía es severamente limitado en África subsahariana, con alrededor de 51 por ciento de la población urbana y ocho por ciento de la rural conectada a la red eléctrica.
La extrema pobreza y la falta de acceso a otros tipos de combustibles hace que 80 por ciento de la población africana recurra a la biomasa para cubrir sus necesidades domésticas; esa fuente representa 80 por ciento de la energía consumida en África subsahariana.
Otros problemas como la urbanización, el aumento de la demanda de energía y la volatilidad de los precios del petróleo agravan la situación energética en África.
La agricultura paga el precio
Otra preocupación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con sede en Roma, es la amenaza que supone el recalentamiento planetario para la producción agrícola.
“El cambio climático emerge como una de las grandes amenazas al desarrollo agrícola en África”, según la FAO.
La cada vez más impredecible e irregular naturaleza de los sistemas climáticos en el continente constituyen una carga adicional para la seguridad alimentaria y el sustento rural, precisa.
“Se prevé que la agricultura sufra un parte significativa del daño causado por el cambio climático”, añade.
El sector sufrirá períodos prolongados de sequías y/o inundaciones durante el fenómeno de El Niño/La Niña. La pesca se verá particularmente perjudicada por los cambios en la temperatura del mar, lo que reducirá la productividad entre 50 y 60 por ciento.
Fuente: IPS Noticias

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