Las 'Ciudades Inteligentes' sería la solución para involucrar las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y conceptos como el Internet de las Cosas (IoT), para ahorrar en las calles del país.
Pues, el gasto en alumbrado público, que en ciudades como Bogotá es de 11 mil millones de pesos al mes y podría ser más eficiente integrando estas tecnologías para ver ahorros de hasta un 80 %.
Es así como se podrían implementar estas tecnologías para transformar a las millones de bombillas encendidas en el país a toda su capacidad, en una fuente importante de ahorro frente a las crisis energéticas de las ciudades en la actualidad.
“Si se integra la tecnología a través de, por ejemplo, la conexión de las luminarias con sensores y una red de comunicaciones inalámbricas que provee el control y la automatización necesaria, no solo se reduce el consumo de energía sino también el gasto público en su operación”, explicó el gerente regional de ventas de la empresa de telecomunicaciones Cisco en Argentina, Colombia y Chile, Fabio Enríquez Uribe.
Integrar estas tecnologías permitiría la migración de luminarias tradicionales a tecnologías como la LED podría reducir los gastos en un 50 % y, por el otro, añadir conectividad e inteligencia aporta entre un 15 % - 20 % adicional al permitir controlar la potencia de las luces.
“En el caso de las lámparas LED, estas permiten que sean controladas más fácilmente por la acción de la inteligencia proveniente de sensores y la red, por lo que las hacen un elemento primordial en una estrategia de iluminación pública conectada”, comentó Enríquez.
Por otro lado, estas nuevas implementaciones también pérmiten detectar problemas en el alumbrado de manera más eficiente. Otro de los beneficios radica en la seguridad, pues en iudades como Bogotá, donde 337 mil puntos están iluminados, las autoridades han identificado alrededor de 14 puntos críticos por falta de luz.
Definitivamente, las ciudades colombianas deben apuntar hacia una migración a iluminación LED pero digital, conectada, para no sólo reducir costos de energía sino también los operativos y de mantenimiento que hacen que el alumbrado público sea uno de los gastos más altos de toda administración”, añadió el gerente.
¿CÓMO HACERLO?
Para lograr este concepto de ciudad inteligente, lo ideal es formar una sola red, para la automatización de la operación del alumbrado y vencer los desafíos de la iluminación tradicional o analógica. Un ejemplo, los sensores que participan en la red detectarían los niveles de luz natural y se volvería automático el encendido y apagado de la lámpara según se necesite.
También por la acción centralizada del operador, se puede programar la potencia de cada lámpara de manera individual, para bajar su consumo y así crear perfiles de iluminación por calles, sectores o por horarios según convenga.
Este modelo ya ha sido aplicado con éxito en varias ciudades del mundo, como Los Ángeles, Phoenix, Oslo, Estocolmo o Wellington, en donde sus sistemas inteligentes de alumbrado público conservan iluminación al 100 % durante las primeras horas de la noche cuando todavía hay mucho tráfico de personas y vehículos, pero luego lo disminuyen al 50 %.
Sin embargo, las ciudades en América Latina y en Colombia, en donde ya ha habido intentos importantes, aún no han dado el salto masivamente. Para ello, “la regulación colombiana debería motivar estos cambios tecnológicos en las administraciones ya que los recursos liberados por la reducción de consumo eléctrico municipal pueden ser reinvertidos en proyectos sociales difíciles de cuantificar. Es el momento. Nunca había habido uno mejor”, concluyó Enríquez.
Fuente: El Universal
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