sábado, 21 de mayo de 2016
Los lugares más hermosos del mundo que están amenazados por el turismo
El turismo puede ser una navaja de doble filo.
Por un lado crea conciencia de hermosos lugares y permite el desarrollo económico de la población local y, por el otro, un número descontrolado de turistas pueden terminar dañando la belleza que fueron a ver.
Tras la decisión de las autoridades tailandesas de la isla de Koh Tachai de cerrar la isla para proteger sus corales, la flora y la fauna, en BBC repasamos otros destinos turísticos en riesgo de perder sus mejores activos.
Desde que se convirtió en el escenario de la película "La Playa", este paraíso tropical ha estado bajo mucha presión por la ola de turistas que recibe cada año.
Según la oficina de turismo de Tailandia, tanto Koh Phi Phi como las islas aledañas reciben más de 1,4 millones de turistas al año.
Las anclas de los barcos y submarinistas han destruido los arrecifes de coral, y el ambiente marino se ha visto afectado por la contaminación de las lanchas a motor y el vertido de aguas residuales al mar.
Conocida por sus hermosas playas y arrecifes tropicales, la isla Cozumel, en el mar Caribe mexicano, fue una vez un remanso de paz... hasta que se construyeron atracaderos para los cruceros.
Hoy en día es uno de los destinos más populares de cruceros en el mundo.
Estos frágiles arrecifes están amenazados por la contaminación y el desarrollo turístico de la isla.
Además, las embarcaciones están haciendo que suba la temperatura del agua ocasionando daños a los corales.
La isla Indonesia de Bali está amenazada por la creciente deforestación causada por la conquista de terreno por parte de la industria del turismo y la creciente población local.
El turismo está creciendo a un índice exponencial, pero no así su infraestructura.
El resultado son montañas de basura sin lugar dónde ir.
Además, animales y plantas no nativas amenazan la isla.
Si bien no se trata de turismo masivo, miles de personas ávidas de experimentar su diversidad única y ambiente ancestral acuden cada año a las islas Galápagos.
Pero el hábitat de esta isla es extremadamente sensible a la presión externa, no solo por la cantidad de turistas y el subsiguiente desarrollo de infraestructuras, sino por las especies invasivas que traen consigo.
Como consecuencia, las islas Galápagos fueron añadidas a la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Desde que Edmund Hillary y Tenzing Norgay alcanzaron la cumbre del Everest en 1953, decenas de miles de excursionistas han viajado al campamento base y 7.000 montañistas han alcanzado su cima.
Este sitio de peregrinaje de andinistas tuvo un respiro de dos años tras una fatal avalancha en 2014 y otra causada un año más tarde por el terremoto en Nepal.
Pero este año las expediciones se reanudaron.
La cantidad de personas que visitan este lugar ha pasado factura.
Los escaladores llevan consigo equipos, comida, plásticos, latas de aluminio, ropa, vidrio, papel y tiendas de campaña que muchas veces a su regreso dejan atrás.
Pero el mayor problema en esta región es la salubridad.
Cada año de esta zona remota se eliminan unos 11.000 kilos de excremento humano.
Lo que deja a la imaginación cuánto puede quedar en la montaña.
Fuente: BBC MUNDO
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