Enfrentar una entrevista de trabajo no es algo sencillo, se requiere temple y nervios de acero. En serio, te lo digo yo que -sin exagerar- he hecho cientos de ellas. Algunas más difíciles que otras, pero hay una que se lleva las palmas de oro. Una historia que algún día te contaré.
El asunto es que creo que enfrentar una entrevista de trabajo es un evento en el que verdaderamente los seres humanos cruzan un umbral muy particular. En él, como en los ritos de iniciación de algunas tribus aborígenes, uno deja de ser niño, y se topa de frente con el muro que se llama mundo real.
Pero no te asustes. Bien dicen que para todo hay solución, menos para la muerte. Entonces una entrevista de trabajo debes buscarle el lado positivo y hacer que funcione para ti y no contra ti.
Hay elementos que por supuesto no se pueden cambiar y que siempre estarán ahí, como la primera impresión y la vestimenta. A menos que seas Will Smith y grabes una película en la que busques la felicidad, la probabilidad de que causes una buena impresión al presentarte en camiseta, sin bañarte y con la cara llena de pintura es de, al menos, una en un millón.
Así pues, Mira Zaslove, de la empresa multinacional Cisco, habló de unas recomendaciones para que tu entrevista de trabajo sea un éxito. Aquí te las comparto.
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1. Aprende a venderte
Lo primero que nos dice la ejecutiva es que debes de mostrar el deseo y la habilidad para desarrollar el trabajo. Lo del deseo tiene que ir todavía mucho más allá de la necesidad. Seamos honestos: más del 90% de las personas trabajan porque lo necesitan (no porque sea un hobbie), entonces tienes que atajar de la mejor forma la espectacular pregunta que te hacen: "¿Por qué quiere usted trabajar aquí?"
Claro, lo sencillo sería decir: "¿Sabe? Resulta que hoy no quiero morirme de hambre". Pero no, hay que pensar en mostrar que verdaderamente quieres estar en ese puesto, que es tu objetivo y por ello te preparaste hasta conseguir la ansiada oportunidad de charlar con ese representante que, por unos minutos, tiene tu vida en sus manos. Véndele la idea de que, como si fueran compañeros de vida, el puesto y tú están destinados para pasar juntos mucho tiempo.
2. Entiende la cultura de la empresa
Por supuesto, esto implica entrar en ella cuanto antes. Esto se logra, de la mano con el primer punto, pero también con un ejercicio de investigación. En la actualidad puedes encontrar casi cualquier información en Internet y el saber exactamente qué hace la empresa con la que te entrevistarás es de vital importancia.
Puedes intentar improvisar por completo, pero el resultado no será muy agradable. Nunca vayas a una empresa que trabaja, por ejemplo, con el tema médico pero que tú no tengas idea de para qué sirve una aspirina. Seguro no hablará bien de ti. Pero supongamos, que no tienes mucha experiencia. ¡Aunque no lo creas, eso está bien! Para eso también se busca trabajo.
En este caso y pese a que (tontamente, considero), muchos trabajos piden juventud y años de experiencia, el texto sugiere que hables de tus proyectos escolares o hasta personales relacionándolos con lo que requiere el puesto: tu currículum debe ser en ese sentido como el chorrito de la canción de Cri-Cri: debe saber hacerse grandote, o hacerse chiquito, según convenga. Así pues si buscan un fotógrafo, pero estás empezando, puedes decir que eras el fotógrafo oficial de la familia y llevar imágenes que hayas capturado.
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