lunes, 27 de junio de 2016
Chile es campeón de la Copa América por segunda vez consecutiva al derrotar a Argentina por penales
Argentina es un combinado de estrellas con Lionel Messi como estandarte, Chile es un equipo.
Y lo segundo puede valer más en las horas decisivas, como sucedió la noche de este domingo en Nueva York.
Con un Messi sin la fortuna de su lado, Argentina se fue extraviando mientras Chile respondía con mucho oficio.
Resistía y atacaba. Así se juegan finales
Después de 120 minutos de intenso juego, pero sin goles, la Roja se impuso sobre Argentina por penales.
Excepto en el partido inicial, ante este mismo Chile campeón, durante toda la Copa América Centenario Argentina gozó de un Lionel Messi en un nivel superlativo.
Metió tiros libres inexplicables, asistió a sus compañeros y llevó a la albiceleste al partido final casi sin despeinarse.
El gol imposible que le marcó a Estados Unidos en semifinales era la muestra elocuente de lo afilado que estaba.
Como si tuviera a los dioses de su lado.
Y con el estandarte en tan alto nivel, las deficiencias argentinas se disimulabano pasaban desapercibidas.
Con él en la delantera y Javier Mascherano resolviendo todo atrás, el equipo dirigido por Gerardo Martino aparentaba ser un plantel sólido.
El peligro en ese frágil equilibrio es que algún día el estandarte amanezca menos inspirado.
Y eso sucedió.
Chile contuvo los arranques del 10 argentino en el mediocampo y lo dejó arrancar con el balón muy pocas veces.
Con la estrella neutralizada, las otras falencias del equipo quedaron expuestas.
La poca profundidad de sus laterales o la fragilidad de los defensores que siempre precisan de la mano de Mascherano se hicieron más evidentes.
Al igual que la poca capacidad goleadora simbolizada en una persona: Gonzalo Higuaín. El hombre que falla los goles importantes.
Sucedió en el mundial de Brasil frente a Alemania y en Nueva York contra Chile.
Quedó sólo contra Claudio Bravo y la pateó afuera.
Finalmente, el penal que Messi mandó a las nubes sintetiza la gris noche que tuvo el capitán argentino y, por consecuencia, su equipo.
Chile total
Cuando en Chile faltó Arturo Vidal apareció Alexis Sánchez (elegido el mejor jugador del torneo) y después Eduardo Vargas, José Pedro Fuenzalida, Jean Beausejour o Edson Puch.
No importaba quién jugara o a quién reemplacen. El equipo nunca dejó de funcionar.
La Roja fue de menos a más durante el torneo continental y en el camino registró un funcionamiento colectivo que llegó a picos sobresalientes como en la goleada a México en cuartos de final.
El 7-0 con el que los chilenos eliminaron a los mexicanos fue una demostración soberbia de juego en equipo.
Con los laterales desbordando sin tregua, la defensa presionando y arriba atacando con varios jugadores.
Tal vez sea la generación más brillante que tiene Chile.
Pero, a diferencia de Argentina, a sus talentos individuales se suma la voluntad colectiva.
Es un equipo solidario, que se conoce casi de memoria y que, por lo visto, no se cansa de ganar.
La temprana expulsión de Marcelo Díaz en la final los obligó a replegarse y a multiplicar los esfuerzos defensivos.
Así, poco a poco, y gracias a la expulsión de Marcos Rojo en Argentina, lograron equilibrar el juego.
Además de los jugadores, el partido tuvo otro protagonista. El árbitro brasileño Heber Lopes.
El hombre que sacó 58 amarillas y ocho rojas en los últimos nueve partidos que dirigió no era bien visto por ninguno de los equipos antes de que comience el partido.
Y durante la final se entendió por qué.
Cortó el partido en varios momentos, amonestó mal en más de una oportunidad y no cobró faltas evidentes de ambos planteles.
Su excesiva intromisión en el juego hizo más difícil un partido que de por sí era muy trabado.
Con pocas situaciones de gol para ambos equipos, pero mayor posesión a favor de Chile, el partido se fue a penales.
Messi falló el suyo y Claudio Bravo le atajó otro a Lucas Biglia.
Así terminó el sueño argentino.
Es la tercera final seguida que pierde la albiceleste. Las anteriores dos oportunidades fueron en la Copa América del año pasado y la del mundial de Brasil.
La generación de Mascherano, Agüero e Higuaín todavía no sabe lo que es ganar un trofeo a nivel de selecciones.
El rostro de Messi al final del partido es una muestra fiel de lo mucho que esto les duele.
Tal vez para él las oportunidades se terminaron, si cumple con el anuncio que hizo al final del partido de retirarse de la selección argentina.
En cambio al frente sucede todo lo contrario.
Chile lleva dos vueltas olímpicas seguidas, jugará la Copa de Confederaciones en 2017 y se encuentra en zona de clasificación en la tabla de posiciones de las eliminatorias para el mundial de Rusia.
Razones para celebrar les sobran.
La tanda de penales concluyó 4-2 a favor de la selección chilena.
Fuente: BBC MUNDO
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