Uno de los grandes riesgos de la diabetes son sus complicaciones. El cuidado de los ojos, la boca y los pies es fundamental para evitar problemas añadidos a largo plazo. Expertas en óptica, odontología y podología explican a EFEsalud las pautas para evitarlos en el contexto del Día Mundial de la Diabetes.
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omposición fotográfica realizada por EFEsalud con tres fotos del servicio gráfico de la Agencia EFE |
Tres profesoras, especializadas en salud, de la Universidad Europea, Carmen Martín, Paloma Huertas y Cristina Toledo, advierten sobre las complicaciones más frecuentes que puede acarrear la diabetes si no se controla adecuadamente. La vista, la boca y los pies pueden ser tres de los grandes perjudicados.
Carmen Martín, profesora de patología médica bucofacial y de clínica integrada de pacientes especiales, señala que los diabéticos pueden tener su inmunidad alterada y presentan una tendencia a sufrir infecciones que siempre deben ser controladas. “Hay una relación bidireccional entre el control de las infecciones y el de la glucemia; cualquier infección puede descompensarla”, advierte.
Los pacientes diabéticos deben saber que cuando la infección es crónica puede permanecer silente e indolora y éste no se percata de que tiene esa infección si no va a revisiones del especialista. Asimismo, tienden a sufrir retrasos en la cicatrización de heridas. El control metabólico de la enfermedad es esencial para evitar cualquier complicación.
Ojos
Paloma Huertas, directora del área clínica del departamento de óptica y optometría de la Universidad Europea/Fotografía cedida por la Universidad Europea
Paloma Huertas, directora del área clínica del departamento de óptica y optometría de la Universidad Europea, señala que las principales complicaciones que la diabetes puede desencadenar en los ojos son:
- Retinopatía. Paloma Huertas apunta que la diabetes provoca alteraciones en los vasos sanguíneos que nutren la retina, una membrana situada en la parte interna del fondo del ojo; si se dan cambios en estos vasos, también se producen en la retina.
En la fase inicial, la retinopatía puede no tener síntomas porque se produce en la zona de la retina periférica, cuando se producen en la mácula, que es por donde vemos, se pueden producir alteraciones visuales significativas. La incidencia en pacientes después de 10 años con diabetes es del 30%.
- Miopía o miopía transitoria. El aumento de glucosa en sangre provoca cambios que producen miopía.
- Cataratas.
- Afectación del nervio ocular común encargado de nutrir a los músculos del ojo.
Para prevenir dificultades oculares, una persona diabética dede acudir al especialista una vez al año si no tiene ninguna afectación; en caso contrario, el especialista le indicaría la frecuencia. La optometrista sostiene que lo principal es controlar los niveles de glucosa y acudir al especialista para ver el fondo de ojo ya que “muchas veces no hay síntomas y la persona no se da cuenta porque los signos aparecen en zonas periféricas de la retina sin alterar la visión”.
Boca
Carmen Martín, profesora de patología médica bucofacial y de clínica integrada de pacientes especiales de la Universidad Euroepa/Fotografía cedida por la Universidad Europea
A nivel oral, las principales problemas que se pueden dar son: alteraciones en el desarrollo y recambio de los dientesen los diabéticos, generalmente en los tipo 1; infecciones por hongos; aumento de tamaño de las glándulas salivales y disminución del flujo salival.
Las variaciones en la secreción de la saliva provocan que la caries cervical, pegada al borde de la encía, sea típica los pacientes diabéticos. Esta enfermedad bacteriana tiene una etiología multifactorial y puede tener más causas que la ingesta de azúcares. Martín señala que estos pacientes pueden tener cambios en la composición de la saliva que alteren el efecto protector de esta.
La glucemia se puede descontrolar por el estrés; “si el paciente se pone nervioso al acudir al dentista deben comunicarlo porque disponemos de técnicas para intentar reducir el estrés”, afirma Martín.
Para prevenir complicaciones y tener una buena salud oral, los pacientes diabéticos deben mantener hábitos de higiene adecuados y para poder instruir y conocer técnicas de higiene oral específicas para su caso: dientes apiñados, prótesis fija, removible, etc. Dependiendo del paciente se recomienda que acudan al dentista entre dos y tres veces al año.
Pies
Cristina Toledo, directora del área clínica de podología de la policlínica de la Universidad Europea/Fotografía cedida por la Universidad Europea
El pie diabético puede dar lugar a ulceraciones que se pueden complicar; Cristina Toledo, directora del área clínica de podología de la policlínica de la Universidad Europea, apunta que las hiperglucemias mantenidas en el tiempo son las causantes de las lesiones a nivel de vasos y nervios, dando lugar a úlceras que no se curan y se pueden infectar llegando a desencadenar amputaciones.
Dentro de las alteraciones nerviosas, se dan signos como piel seca, debilidad muscular, alteraciones de la sensibilidad, de las uñas, pies fríos, dolor en reposo o pulsos alterados. No obstante, la podóloga sostiene que “estos síntomas por sí solos son muy inespecíficos y no es fácil que el paciente se de cuenta de que algo va mal”; “es ahí donde recae la importancia de las revisiones”, concluye.
Desde que el paciente tiene diabetes, la podóloga recomienda realizar una primera exploracion en la que se valores cuál es su situación y se determina cada cuanto tiempo tiene que acudir a revisión. Los principales consejos para la prevención son:
- Calzado: la especialista recomienda usar zapatos con una puntera ancha, sin rebordes ni costuras en el interior, de una longitud adecuada, con un tacón que no sea superior a cinco centímetros, que sujete bien el pie, con un contrafuerte resistente y que se compre al final del día que es cuando el pie está más hinchado.
- Higiene: hidratar y lavar los pies a diario utilizando jabones suaves, que no sean agresivos para la piel, porque ésta es más reseca y más frágil de lo normal. Asimismo, conviene secar bien entre los dedos ya que estos pacientes pueden desarrollar hongos con más facilidad y la humedad es un factor de riesgo para desarrollar infecciones.
- Alteraciones en la sensibilidad: “advertimos a los pacientes que tengan cuidado con la temperatura del agua, y que utilicen termómetros, el codo o la mano en lugar de meter directamente el pie”.
- Uñas: para cortarlas, se aconseja no usar instrumentos puntiagudos para cortarlas y dejar las esquinas. “Si tras la realización del examen se considera que es un paciente de riesgo para tener úlceras en los pies, recomendamos que vaya al podólogo para cortarlas porque cualquier pequeña herida puede tener consecuencias más graves”, concluye.
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