Dieta del tomate para prevenir el cáncer de mama, el tumor femenino más frecuente. El tomate, al que ya se le atribuyen propiedades nutricionales excepcionales, suma otro argumento saludable más para comerlo al constatarse como aliado para la prevención del cáncer de mama.
Adoptar un estilo de vida lo más saludable posible es la primera recomendación para prevenir el cáncer de mama, y ello incluye seguir una dieta sana, como la dieta del tomate, que se ha constatado como un interesante aliado para prevenir el cáncer femenino más frecuente.
Ya sabíamos que los tomates son buenos para la salud, sumando ahora otro argumento más para incluirlos en la dieta, y es que, avalado por los resultados de un nuevo estudio científico llevado a cabo en Estados Unidos (y publicado en publica en el Journal of Clinical Endocrinolgy & Metabolism) ayuda a reducir los riesgos de padecer cáncer de mama, especialmente en las mujeres posmenopáusicas en las que se ha registrado un aumento de la vulnerabilidad a medida que se incrementa su
índice de masa corporal (peso). Para romper las estadísticas y contrarrestar los
riesgos, el tomate ejerce un
efecto positivo sobre el nivel de las hormonas que intervienen en el metabolismo y en la absorción de grasas y azúcar.
Dieta del tomate: beneficios
Comer tomates, o productos elaborados a base de tomates, es bueno para la salud, según señalan los especialistas. Además de aportar los beneficios de otras muchas frutas y verduras, como vitaminas y minerales, es rico en licopeno, al cual se le atribuyen beneficios significativos. Por este motivo, el consumo regular de frutas y verduras –recuerda, en una dieta sana se deben incluir cinco piezas de futas y verduras al día- ayuda a la prevención del cáncer femenino más frecuente, cuyas tasas de supervivencia, y esto también es importante señalarlo, son cada vez más altas gracias a la mayor concienciación, al diagnóstico precozy a los tratamientos efectivos.
Para constatar los beneficios de la dieta del tomate en la prevención del tumor de mama, se ha analizado la dieta de 70
mujeres –en edad posmenopáusica- a base de tomate y soja. El análisis se prolongó durante varios meses. Así, durante un plazo de 10 semanas la dieta de las mujeres se basó en productos de tomate con un contenido mínimo de 25 miligramos de licopeno al día; en otro periodo similar tomaron al menos 40 gramos de proteína de soja al día. Antes de participar en la investigación las mujeres estuvieron dos semanas sin tomar productos que contuvieran tomate o soja.
Al seguir la dieta rica en tomate, los resultados desvelaron que los niveles deadiponectina se incrementaron. Esta hormona se encarga de regular los niveles de grasa y azúcar en la sangre. La subida fue del 9%. Un efecto levemente superior en las mujeres que presentaban un IMC inferior. Por su parte, la dieta de soja se relacionó con un descenso de esta hormona.
Esta investigación arroja más datos a tener en cuenta, y que es importante controlar los problemas de sobrepeso para la prevención de problemas de salud, en este caso, del cáncer de mama. El impacto de la dieta del tomate fue mayor en las mujeres que tenían un peso saludable.
Sin duda, un motivo saludable más para comer tomates, un alimento rico en antioxidantes, bajo en calorías, rico en vitaminas A y C (ayuda a prevenir las infecciones) y en minerales (fósforo, potasio, calcio o magnesio) y ayuda a reducir los niveles de colesterol. El tomate es un alimento muy versátil, ya que se puede incluir en las ensaladas o hacer directamente sopas, gazpachos y zumos, entre otros.
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