jueves, 2 de junio de 2016
Los 10 mejores destinos europeos para 2016
Como cada año, Lonely Planet ha seleccionado, siguiendo los consejos y comentarios de sus expertos viajeros, los mejores destinos para viajar en Europa en 2016. Un top 10 –Best in Europe– en el que no siempre figuran los destinos más visitados. Por el contrario, los gurús de la prestigiosa editorial han escogido desde ciudades y regiones que empiezan a tener cada vez más peso entre los viajeros hasta lugares que celebran algún acontecimiento especial o, simplemente, rincones que descubrir antes de que lo haga el turismo masivo. Del Peloponeso griego a la ciudad danesa de Aarhus, y desde la insustituible Venecia –y su Ghetto Vechio– a la costa este de Tenerife (una de las dos regiones españolas de la lista), diez pistas cada vez más apreciadas por los viajeros internacionales.
PELOPONESO
Ya sabemos que en Grecia es imprescindible visitar Atenas y su Acrópolis, que sus islas son estupendas (Mikonos, Santorini, Delos…), pero hay que reservar unos días para descubrir a fondo el Peloponeso, una de las regiones más completas e interesantes del país, cuna de nuestra cultura europea. En esta península unida al continente por el itsmo de Corinto, encontramos lugares como Olimpia, donde habitan los dioses, Esparta, Micenas, Epidauro, cuna de la medicina científica, o Mistrá, así como otros muchos pueblos de piedra y montes coronados por la nieve.
Este año la región propone además nuevos atractivos, como el sendero del Ménalo, la montaña sagrada de Pan, para admirar la garganta del río Lusios, donde Zeus fue lavado al nacer. También la cada vez más popular región de los vinos de Nemea y una invitación –para submarinistas– a bucear entre pecios frente a la costa de Pilos (la antigua Navarino). Conviene alcanzar la remota Mani, donde sus antiguas torres se han transformado en alojamientos de lujo, y no perderse la propuesta de arte contemporáneo y arquitectura pintoresca de Nauplia, ciudad famosa por sus tres fortalezas y sus callejuelas de aire veneciano. Historia a lo grande, paisajes que inspiran nuevos viajes y mucha vida tradicional al estilo griego en el Peloponeso.
AARHUS (DINAMARCA)
La segunda ciudad más importante de Dinamarca siempre ha vivido a la sombra de Copenhague, pero el año que viene se convertirá en protagonista –será Capital Europea de la Cultura y Región Europea de Gastronomía– y se está preparando para la ocasión. Es el momento de visitarla antes de que la descubra (e invada) los circuitos más turísticos.
Aarhus puede resultar estupenda para quedarse unos días o, al menos, para escaparse desde Copenhague y descubrir sus excelentes restaurantes y su animada vida nocturna, gracias a su condición (y población) universitaria. Pero la ciudad ofrece mucho más: playas en las afueras para el buen tiempo; senderos para recorrer los bosques que se extienden en sus alrededores y un gran museo de arte, que se reconoce fácilmente por su original y translúcida pasarela de colores.
Hay varios ejemplos de arquitectura interesante, como el edificio The Iceberg, proyecto internacional de varios estudios de arquitectura (CEBRA, JDS, SeARCH y Louis Paillard Architects), o la gran novedad en la zona del puerto: el Dokk1, la mayor biblioteca de Escandinavia, alojada en un fotogénico edificio. Dedicado especialmente al arte moderno y contemporáneo danés, el museo ARoS resulta fácilmente reconocible por la pasarela circular de 150 metros que rodea el tejado del edificio y ya es todo un símbolo de la ciudad. Cubierta con paneles de vidrio multicolores, ofrece una panorámica completa de Aarhus teñida con los diferentes tonos del arcoíris. Por último, elMoesgaard, museo especializado en arqueología y etnografía, acoge una momia milenaria en su interior.
Aarhus es también una ciudad animada con fiestas que recrean la historia vikinga y festivales de música en verano. Pero sobre todo, una de las facetas por la que se reconoce a esta ciudad danesa es la buena gastronomía: cuenta con varios restaurantes con estrellas Michelín, como Sustance, Gastromed o Frederikshoj.
VENECIA
La ciudad italiana no pierde atractivo, se mantiene entre los destinos soñados por todos los viajeros. Ni los problemas ecológicos a los que se enfrenta, ni la saturación de turistas en ciertos momentos del año ha restado interés y encanto a este grupo de 124 islas donde los venecianos consiguieron levantar un imperio naval que dominó el Mediterráneo. Venecia, con sus edificios de mármol y sus románticos canales y puentes, sigue siento una de las ciudades más bellas del planeta.
En 2016 hay una buena excusa para revisitar la ciudad: la celebración del quinto centenario del Ghetto, el antiguo barrio judío, una isla en medio de Venecia donde, en un espacio limitado, se desarrolló la cultura hebrea. El aniversario se celebrará con una gran exposición sobre su historia en el Palacio Ducal. Puede ser un buen momento para conocer el Museo Judío y las sinagogas, recién restauradas, o disfrutar de El mercader de Venecia, de Shakespeare, que se representa por primera vez en el barrio.
LA DORDOÑA (FRANCIA)
En la región de la Dordoña, en el centro de Francia, saben vivir bien. Entre bosques frondosos y campos verdes, se disfruta de una gastronomía fantástica. Es también tierra de castillos, ciudades y pueblos medievales, con buenos restaurantes, mercados de fin de semana rebosantes de foie, trufas, nueces y vinos exquisitos. Un destino sibarita que hace la competencia a regiones más frecuentadas, como la Provenza, pero con menos trasiego de turista y cien por cien auténtico. Los franceses la llaman Périgord y desde hace años son muchos los extranjeros, sobre todo británicos, que pasan sus vacaciones aquí.
La Dordoña es famosa también por las fascinantes pinturas rupestres que decoran las cuevas del valle del Vézère, donde se asentó el hombre de Cromañón. La gran joya de la zona es la gruta de Lascaux, ubicada 2 kilómetros al sureste de Montignac, conocida como la Capilla Sixtina prehistórica francesa: en sus paredes están representadas más de 600 figuras de animales en tonos rojos, negros, amarillos y marrones. Para completar la visita, el complejo Le Thot-Espace Cro Magnon invita a descubrir animales prehistóricos y, próximamente, el proyecto internacional Lascaux 4, que tiene prevista su inauguración a finales de 2016 en Montignac, cerca de la cueva original, realizará una reconstrucción casi completa, exacta y definitiva de las cuevas, con la incorporación de las últimas tecnologías.
LEÓPOLIS
Aislada de la crisis bélica en el este de Ucrania, la ciudad de Leópolis, al oeste del país, muy próxima a la frontera con Polonia, vive un próspero crecimiento turístico. Ciudad acogedora de aire centroeuropeo, este año tiene programados más de cien eventos culturales, algunos de ellos dedicados al café, a la independencia ucraniana, al jazz… Leópolis (Lviv en ruso) es el corazón cultural de Ucrania y su plaza Rynok el bullicioso centro de la ciudad. En medio, enorme, se alza el ratusha (ayuntamiento), mientras el aroma a café recién molido inunda la plaza desde las legendarias cafeterías de Leópolis, que en verano despliegan las mesas de sus terrazas sobre los adoquines de la época de los Habsburgo, junto a viejos tranvías del periodo soviético. Hay que sentarse, pedir un café y empaparse del ambiente.
Leópolis formó parte del Imperio Austrohúngaro y de ahí su interesante mezcla cultural y el brillante legado arquitectónico que va desde el gótico de algunas de sus iglesias hasta el fantástico barroco de palacios y villas, o los aires renacentistas de muchas casas señoriales. Leópolis suele compararse con Praga y Cracovia, y a pesar de la complicada situación que atraviesa el país, resulta aconsejable conocerla antes de que sus secretos dejes de serlo.
WARWICKSHIRE (REINO UNIDO)
En el centro de Inglaterra todavía se puede encontrar apacibles paisajes rurales, incluso alrededor de una gran ciudad como es Birmingham. Es el caso del condado de Warwickshire, de bucólicas colinas y castillos, que este año, además, está de actualidad por una de sus localidades históricas, Stratford-upon-Avon, cuna de William Shakespeare, de cuya muerte se celebra este año el 400 aniversario. Todo aquí gira en torno a su figura: museos, exposiciones, casa históricas y, por supuesto, el Shakespeare Memorial Theatre, con una intensa programación de representaciones por parte de la Royal Shakespeare Company.
Una vez realizado el debido homenaje al dramaturgo inglés, hay muchas cosas por ver en los alrededores, como el castillo de Warwick, o las mansiones de Charlecote, Ragley Hall y Coughton Court. Incluso merece la pena acercarse a una ciudad –no demasiado interesante– como Coventry solo para admirar su catedral. Las ruinas del castillo medieval de Kenilworth, que acogen los aposentos de la reina Isabel I, se abrieron por primera vez al público hasta el 2014 y son especialmente fotogénicas durante la puesta de sol. Allí se encuentra también The Cross, uno de los gastropubs más aclamados del Reino Unido, con estrella Michelin.
Aunque Warwick tampoco es demasiado espectacular, su castillo sí resulta curioso. Acaba de ser restaurada su gran catapulta, de 22 toneladas, la mayor máquina de asedio histórica del mundo, que vuelve a estar expuesta al público. Resultan también interesantes sus edificios de estilo Regencia, los parques y las Royal Pump Rooms (Salas de Bombas y Baños Reales) del cercano Leamington Spa.
EXTREMADURA
Los europeos comienzan a interesarse por una España que no es exclusivamente sol y playa. En la península quedan regiones muy poco conocidas para los viajeros internacionales, como Extremadura, a las que acuden para disfrutar de una España sin estereotipos. Así lo reconoce el prestigioso ranking Best in Europe de Lonely Planet, gracias a joyas medievales como Trujillo y Cáceres, a lugares únicos como la ciudad romana de Mérida e incluso a una naturaleza con espacios originales como el Parque Nacional de Monfragüe, que reciben cada año más visitantes internacionales.
También destacan atractivos no menos secundarios, como sus quesos y jamones, así como nuevos alojamientos instalados en antiguos palacios y castillos restaurados. El año pasado, Cáceres fue nombrada Capital Española de la Gastronomía, lo que ha propiciado la aparición de más bares de tapas y restaurantes, como Atrio. El punto débil para que se convierta en un gran destino internacional son sus comunicaciones, aunque este relativo aislamiento también forma parte de su encanto.
CANARIAS
Tenerife es uno de los destinos más populares del mundo y, a simple vista, podríamos pensar que poco tiene ya por descubrir. Pero no es así: basta con alejarse de los resorts del todo incluido para contemplar formidables paisajes volcánicos, pueblos pesqueros que nos hacen pensar en otra época y, sobre todo, impresionantes acantilados.
Muchas de estas joyas naturales se ubican en la costa oriental de la isla, como en Abades, un tranquilo pueblo pesquero dominado por una extraordinaria leprosería, o en El Médano, donde se conserva la mejor playa natural de la isla, partida en dos por un cono volcánico. Pero para huir realmente del mundanal ruido hay que adentrarse en el imponente macizo de Anaga, al noreste, cuyos lugareños aún se quedan mirando a los turistas con cara de sorpresa. Este parque rural, declarado Reserva de la Biosfera, conserva sus valores naturales de manera excepcional, con numerosos endemismos en su flora y fauna. Se puede recorrer gracias a senderos bien señalizados.
TEXEL (PAÍSES BAJOS)
La región holandesa de Waddenzee, donde Europa se funde casi imperceptiblemente con el mar del Norte, está declarada patrimonio mundial. Estas originales marismas se encuentran salpicadas por las islas Frisias, entre las que Texel, la de mayor extensión, se ha convertido en un agradable destino ecoturista para holandeses y alemanes. Sus 25 kilómetros de longitud (por nueve de anchura) invitan a largos paseos por arenales hermosos y solitarios, disfrutar de actividades al aire libre de todo tipo –cuenta con una estupenda red de carriles bici– y observar la fauna en tierra o a bordo de un barco. Hay alojamientos muy atractivos para desconectar durante unos días y buena comida: el pescado ahumado es increíble.
A Texel se llega en ferri desde Den Helder para recorrer, por ejemplo, parque nacional de las Dunas, reservas de fauna, playas desiertas de arena blanca y bosques de pinos. Pero el emblema más reconocible de la isla, además de sus muchas ovejas, es el faro rojo que luce en la punta más septentrional. Además, el 25 de junio se celebra uno de los festivales culturales más espectaculares, el Ronde om Texel: la mayor carrera de catamaranes del mundo. La isla también tienta al viajero con paseos a caballo, vuelos en parapente, cruceros o degustación de productos locales: Texel cuenta con una fábrica artesanal de cerveza, una bodega y varias granjas de productos lácteos.
CROACIA
Muchos de quienes viajar a Croacia descubren que Dubrovnik y Split son preciosas, pero también que están algo saturadas de turistas. La hermosa costa de Dalmacia conserva, sin embargo, otras muchas ciudades de gran encanto y menos transitadas. Como Zadar, una urbe a orillas del Adriático de ambiente sencillo y sin pretensiones, pero con una historia y vida cultural muy interesantes.
Entre sus atractivos figuran dos instalaciones del arquitecto Nikola Basic –Greeting to Sun y The Sea Organ– y, en la cercana isla de Murter, el Festival de los Jardines, que reúne cada año a los mayores talentos mundiales de música electrónica.
Recorriendo esta hermosa franja de litoral hacia el norte encontraremos alguno de los espacios naturales vírgenes mejor conservados de Europa, como la imponente cordillera de Velebit, declarada Reserva Mundial de la Biosfera, y una de las zonas incluidas en la red europea Rewilding, un interesante proyecto de restauración de la naturaleza. Un destino perfecto que hay que descubrir cuanto antes, sobre todo para los amantes de la naturaleza.
Fuente: El Pais
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