lunes, 13 de junio de 2016
Por qué no deberías comer fruta antes de hacer ejercicio
"Estoy muy cansada, necesito algo dulce". ¿Cuántas veces has pronunciado esta frase para, acto seguido, comer alguna pieza de bollería, chocolate, refresco o cualquier otro alimento con un alto contenido en azúcar y edulcorantes? Todas hemos hecho esta afirmación sin saber que estábamos cayendo en una trampa dietética. Y es que un estudio reciente ha demostrado que consumir fructosa (un sustitutivo del azúcar muy habitual) no solo no nos recarga las pilas sino que puede incluso reducir nuestras ganas de hacer ejercicio.
Es más, con esta falsa creencia boicotearíamos nuestra dieta en todos los ámbitos; no solo la actividad física bajaría a mínimos sino que estaríamos consumiendo alimentos que favorecerían la creación de depósitos de grasa. Imagina: estás alimentando a tu cuerpo con azúcares y además no tienes la energía para eliminarlos. Muy mala combinación si lo que pretendes es bajar de peso o mantenerlo.
Pero, ¿por qué metemos a la fruta en el mismo saco a la fruta y a los dulces? Porque, si bien es más saludable que los azúcares refinados, la fruta también contiene azúcar, la fructosa, que a la vez también se añade de manera artificial a alimentos y bebidas que se comercializan como 'sin azúcar añadido'.
El estudio se realizó con dos grupos de ratones, durante 2 meses y medio. A los primeros les incluyeron en su dieta un 18% de calorías provenientes de la fructosa, y al otro el mismo porcentaje en glucosa. Lo que observaron es que el primer grupo había experimentado un aumento de peso, de grasa corporal y del tamaño del hígado, algo que no había sucedido con los otros ratones.
Y no solo eso sino que en aquellos que habían consumido fructosa notaron una disminución de la actividad física por lo que encima la ganancia de peso fue aún más acusada. Los investigadores no lograron encontrar la relacion causa-efecto entre la ingesta de fructosa y la reducción del ejercicio pero lo cierto es que estaba ahíl, y continúan estudiando los motivos.
Mientras van encontrando las causas, nuestra recomendación es que abandones el hábito de consumir ciertos alimentos con un alto contenido en fructosa para elevar tu energía, a saber: miel, frutos secos, mango, plátanos, pera, uva, sandía, piña, manzana y bayas. Además, pueden estar presente en todo tipo de snacks que siempre tenemos a nuestro alcance como barritas, dulces, galletas, bollería, pan, gominolas, yogures edulcorados y hasta aliños para ensaladas.
Una buena alternativa serían los lácteos no edulcorados, el pavo o el jamón sin grasa, el aguacate o el cacao normal.
Fuente: Glamour
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