Una investigación liderada por científicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona y del Hospital Clínic de Barcelona basada en el trasplante de células alveolares en dieciséis pacientes podría ayudar contra la fibrosis pulmonar idiopática.
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Celebración con motivo del día de la fibrosis quística. EFE/Kai Försterling/pdm |
Tal y como explica hoy el CSIC en un comunicado, los resultados de la investigación demuestran que el trasplante de estas células, realizado con un procedimiento poco invasivo, no presenta efectos adversos y podría detener la progresión de dicha enfermedad respiratoria.
La fibrosis pulmonar idiopática tiene lugar en los alvéolos, que están formados mayoritariamente por dos tipos de células, las células alveolares de tipo I y las de tipo II.
Las del primer tipo son las encargadas de realizar el intercambio de gases y transportar el oxígeno al sistema circulatorio, mientras que las segundas reparan los daños que se producen en los pulmones y se transforman de forma rápida en células alveolares tipo I después de una lesión en el epitelio pulmonar.
En los pacientes con fibrosis pulmonar idiopática, estas células mueren y se produce un intenso crecimiento de fibroblastos, una especie de cicatrices, que provocan que los pulmones pierdan su capacidad de intercambiar gases y de transportar oxígeno en la sangre.
El doctor Antoni Xaubet, del Hospital Clínic de Barcelona, valora este tipo de trasplante celular muy positivamente.
“Además de observarse una estabilización de la enfermedad, también es importante destacar que los pacientes han mostrado una mejora en la calidad de vida, ya que se fatigan mucho menos porque les disminuye la sensación de ahogo y la tos”, ha afirmado.
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