sábado, 3 de septiembre de 2016
La silenciosa epidemia de sobredosis que asola un rico suburbio en Estados Unidos
Estados Unidos está en medio de una epidemia de heroína y opiáceos. La sobredosis de drogas se ha convertido en la principal causa de muerte accidental, superando a los accidentes de tráfico.
Se trata de una crisis de salud con tentáculos que abarcan todo el espectro social.
El condado Lorain, en el estado de Ohio, es una zona principalmente residencial y de clase media, con un gran parte rural.
Su población es de solamente 305.000 habitantes, pero en los últimos tres años, el número de sobredosis fatalesde opiáceos ha oscilado en torno a 65. Este año se llegó a esa cifra en sólo seis meses.
Avon Lake es la comunidad más rica del condado, un suburbio lujoso de la ciudad de Cleveland. Aquí, a las orillas del lago Erie, el azote de los opiáceos -píldoras por prescripción y heroína de la calle- desgarran el tejido de un barrio muy unido.
Echamos un vistazo al panorama y sus protagonistas.
El adicto
Mason Butler está fumando en el jardín. Apenas ha dormido y su madre, Marnie, se dispone a llevarlo a rehabilitación. Este será su séptimo intento de desintoxicación.
"Cada vez uno tiene que tener esperanza", dice. "Pero cuando no funciona se desanima más que la última vez. Fastidia cuando uno se siente como un reincidente crónico ..."
Al igual que muchos adictos a la heroína, Butler primero se hizo adicto a los medicamentos para el dolor.
Cuando cursaba estudios preuniversitarios practicaba lucha, y el médico le prescribió un fármaco opiáceo para sus lesiones.
"Tomé la primera vez y fue lo que estaba buscando. Me persiguió desde los 16 años. Ahora tengo 26".
Aunque dice que está decidido a dejarlo, Butler ha quedado en verse con un traficante de heroína en su camino a la rehabilitación.
Marnie no es plenamente consciente del plan de su hijo hasta que se encuentra esperando por él fuera de un restaurante de comida rápida de la autopista.
"No me di cuenta", dice. "Es muy estresante -. Sólo quiero meterlo ahí y es estresante porque no traje el kit de naloxona".
La naloxona es un medicamento recetado que revierte la sobredosis de opiáceos, y al que se le atribuye haber salvado miles de vidas.
Los servicios de emergencia de Ohio tienen, y está disponible en las farmacias.
En el condado de Lorain, al igual que gran parte de EE.UU., el aumento en las muertes ha sido causado por fentanilo, un analgésico opiáceo sintético decenas de veces más potente que la heroína.
Es la droga que mató a Prince. Los traficantes de drogas lo están mezclando con la heroína, con o sin el conocimiento del usuario.
De vuelta en el auto, Butler se inyecta la heroína. Marnie está profundamente molesta, es la primera vez que ha visto esto.
Una hora más tarde, Butler está tocando el timbre de la puerta del centro de rehabilitación y pidiendo ser admitido. Lo aceptan.
El policía
Jim Larkin fue piloto de la Marina durante más de una década, y luego estuvo con el Buró Federal de Investigaciones (FBI) durante 25 años, donde dirigió el equipo de fuerzas especiales del norte de Ohio.
Al igual que todos los agentes del FBI, se retiró a los 57 años, pero Jim no estaba preparado para una vida tranquila, y se trasladó al Grupo de Trabajo de Drogas del condado de Lorain.
Desde una sede en un lugar secreto, el grupo reúne información de inteligencia, persigue los traficantes de drogas, maneja informantes, y lleva los casos contra los médicos que recetan medicamentos opiáceos cuando no existe necesidad de ello.
"Cuando empecé aquí casi toda nuestra atención se centraba en la cocaína y metanfetamina. Sin embargo, en los últimos cinco o seis años, la heroína realmente ha sido el relevo. Es casi todo lo que hacemos".
Ahora, con la llegada de un asesino aún más letal - el fentanilo importado ilegalmente de México- el panorama es sombrío.
"Vamos a tener el doble de muertes por sobredosis este año en el condado de Lorain en relación con el año pasado. Y no es porque tenemos el doble de los adictos. Es porque hay más y más fentanilo mezclado con heroína. Es tan potente, que está causando las muertes por sobredosis ", dice Jim.
Si tocas el fentanilo pasa a través de la piel, por lo que a los oficiales se les ha dicho que dejen de hacer pruebas instantáneas de materiales sospechosos. Es demasiado arriesgado.
"Mi hijo es un oficial con la brigada canina, y la mayoría de los chicos tienen miedo de poner a sus perros en sus autos porque si hay un poco de fentanilo allí... Bueno, mi hijo no quiere que muera su perro", dice Jim.
Aun así, es optimista.
"No es más peligroso que sobrevolar Vietnam", dice, refiriéndose a su carrera militar en los años 1970.
Hace tres años, el alcalde de Avon Lake, Greg Zilka, dejó caer una bomba en una reunión del consejo.
El abuso de opiáceos se había convertido en una "plaga", dijo, una "crisis", "incluso en suburbios cómodos agradables como el nuestro".
No todos los residentes de Avon Lake recibieron de forma positiva la decisión del alcalde de abordar el problema públicamente.
"Recibí una llamada de una persona que me dio las gracias sarcásticamente por reducir los valores de su propiedad", dice Zilka.
Sin embargo, aunque algunos residentes no estaban conformes con ello, el discurso fue el impulso necesario a la comunidad.
Ahora hay reuniones regulares en el ayuntamiento de sensibilización con el problema, y un grupo de voluntarios -Assist Avon Lake- ayuda a las familias afectadas por la adicción a obtener ayuda y acceso a tratamiento farmacológico.
Jim Coyne se enorgullece de ser un graduado de Avon Lake High School. Allí estudió también su amigo Jason, quien -al igual que muchos otros jóvenes- comenzó a tomar opiáceos para tratar una lesión, terminó en la heroína, y murió de una sobredosis.
En total, Coyne ha perdido tres buenos amigos a causa de la epidemia de drogas; dos por heroína, y uno por una sobredosis de fentanilo.
Y su experiencia fue la que le llevó a fundar Assist Avon Lake en 2013.
A pesar de que trabaja a tiempo completo en marketing, en su tiempo libre Jim está dedicado a luchar contra la influencia mortal de las drogas altamente adictivas.
No pretende que haya solución fácil, pero cree en el poder de los individuos.
"Se necesita que la vecina de al lado, el tío, ese amigo, ese maestro...Se necesita a toda una comunidad para hacer frente a esta realidad. Incluso entonces, no salvaremos a todos. Pero al menos podemos reconocer que tenemos una crisis - y creo que lo hemos hecho en esta ciudad".
El hijo de Lisa Wolanski, Daniel -o DJ, como era conocido- estaba en séptimo grado cuando la familia se trasladó al pueblo.
Lisa sospechaba que estaba usando píldoras, pero nunca encontró ninguna evidencia - y DJ lo negó.
DJ se convirtió en adicto a la heroína. Entraba y salía de rehabilitación. Pasó una temporada en una residencia temporal, pero fue blanco de los traficantes de drogas.
Los adictos en recuperación a menudo llevan pulseras elásticas con lemas inspiradores.
"Los chicos llevan esos brazaletes elásticos y van al centro comercial. Y eso es lo que los distribuidores buscan", dice Lisa. "Así que ellos les estaban vendiendo heroína a estos niños en rehabilitación".
DJ nunca logró liberarse de una de las drogas más adictivas del planeta. Murió en abril de 2015 por una sobredosis, a los 24 años.
Lisa escribió el obituario de su hijo.
Después de años de sentir vergüenza porque DJ era un adicto, se decidió escribir honestamente -a diferencia de muchos otros padres en esta situación- y no mantuvo en secreto la causa de su muerte.
"Cuando se lo di al director de la funeraria, dijo, '¿usted sinceramente quiere que publique esto?' Le dije: 'Sí, eso es exactamente lo que yo quiero que haga".
"Y desde entonces recibimos una gran cantidad de llamadas telefónicas. Familias nos llaman en busca de ayuda, y la gente nos agradece por hacerlo. Si podemos educar a una sola persona, entonces la muerte de Daniel salva una vida".
Al otro lado de EE.UU., el origen de la epidemia de opiáceos y heroína se encuentra en la excesiva prescripción de medicamentos que se inició en la década de 1990.
Las afirmaciones de que las píldoras de opiáceos no eran adictivas apenas eran cuestionadas en aquellos días, y algunas compañías farmacéuticas animaron a los médicos a recetar más opiáceos como analgésicos.
Desde entonces se han promulgado leyes para limitar el abuso de medicamentos.
Pero el doctor Jeffrey Hopcian, un especialista en dolor en los Hospitales Universitarios de Cleveland, todavía se ocupa de las secuelas de la prescripción excesiva.
"A diario veo a pacientes que han sido expuestos a muy altas dosis de opiáceos, y desarrollaron algún elemento de dependencia de ellos", dice.
Algunos pacientes reaccionan mal cuando Hopcian les dice que no va a recetarles opiáceos.
Pero trata de educarlos acerca de los riesgos, y se pone en contacto con médicos cuyas prácticas de prescripción encuentra sospechosas. A veces los reporta a la Junta Médica del Estado de Ohio.
"Como público estamos cada vez más conscientes del problema, pero creo que los médicos -que son una parte muy íntima de este tema- han sido ingenuos acerca de la forma en que están vinculados los opiáceos y la adicción a la heroína".
Marissa Darnell parece la viva imagen de una persona saludable.
Su pelo brillante y una piel clara contradicen su historial de adicción a la heroína.
Darnell está siendo tratada en la mayor instalación de rehabilitación de drogas del condado de Lorain, LCADA Way. Este es su tercer intento de dejar de consumir heroína.
"Las dos primeras veces fue más o menos porque los tribunales me obligaron. Esta vez es porque quiero. Ahora tengo realmente algo por qué vivir" dice, las manos cruzadas sobre su vientre.
Desde que descubrió que estaba embarazada, Darnell no ha consumido heroína, y su bebé debe nacer en octubre.
Se le receta buprenorfina para ayudar a prevenir los síntomas de abstinencia, y disminuir el riesgo de aborto involuntario.
Una vez que nazca el bebé, la madre y el niño van a dejar paulatinamente la buprenorfina.
Darnell está decidida a dejar su pasado oscuro - la prostitución, el robo, el tiempo en la cárcel.
"La heroína te lleva lugares que no deseas ir," afirma. "Y después de un tiempo, ni siquiera es para sentirte high, [la usas] sólo para que puedas sentirte normal, para no estar enfermo".
La muerte del padre de su bebé, y el aumento en las sobredosis fatales vinculadas a la presencia de fentanilo en el condado de Lorain, le preocupan.
"Honestamente, me ha dado miedo de que si uso una vez más, voy a morir. No somos invencibles".
Fuente: BBC MUNDO
0 comments:
Publicar un comentario