domingo, 13 de noviembre de 2016
Andy Murray, el eterno aspirante que finalmente llegó al número 1 del tenis
Convivir en el circuito profesional con Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic, tres jugadores considerados entre los más grandes tenistas de la historia, no ha sido nada fácil para Andy Murray,
Sin embargo, luego de amanecer esta semana en el tope de la clasificación de la ATP, el británico dio un gran paso para sacudirse de una vez por todas la imagen de segundón que lo ha acompañado en la mayor parte de su vida profesional.
Y es que desde que Federer ganara el Abierto de Australia en 2004, sólo el suizo (302 semanas), el serbio Djokovic (223) y el español Nadal (141) ostentaron el primer lugar en el ranking.
Mientras tanto, Murray, que por primera vez ascendió al segundo puesto en 2009, no había tenido más remedio que escoltar a sus, hasta ahora, más ilustres rivales,
Pero, demostrando la constancia y tenacidad que también han sido un sello de su carrera, Murray consiguió destronar a Djokovic, que llevaba 122 semanas consecutivas como número uno del mundo.
"Cuando estás detrás de esos jugadores, es difícil seguir creyendo, seguir trabajando para llegar allí", dijo Murray al llegar a la final del Master 1000 de París y conseguir los puntos que le aseguraron la cúspide, "Creo que es lo que más me satisface porque sé lo buenos que han sido ellos".
A sus 29 años el escocés es también el tenista de mayor edad que logra el cetro, desde que en 1974 lo consiguiera el australiano John Newcombe a los 30 años.
Previamente, la carrera de Murray estuvo dominada por el peso de intentar convertirse en el primer campeón británico de Wimbledon desde que Fred Perry lo consiguiera en 1936.
Derrotas en sus cuatro primeras finales de torneos de Grand Slams, incluyendo la de Wimbledon en 2012 ante Federer, contribuyeron a dar la sensación de que carecía del talento y la garra necesarias para dar el último paso en las ocasiones más importantes.
Sin embargo, tras llevarse el oro en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 y conseguir ese mismo año su primer Grand Slam, al derrotar en la final del Abierto de EE.UU. a Djokovic, la carrera del escocés dio un vuelco inspirado, en parte, por la contratación del ex número uno del mundo Ivan Lendl como entrenador.
Y un año más tarde finalmente logró ganar el ansiado Wimbledon, gesta que repitió este año. El año pasado también lideró a Reino Unido en la conquista de su primera Copa Davis desde 1936, contribuyendo así a hacer crecer su fama de jugador completo.
Murray sólo cuenta con tres finales de Grand Slams ganadas de 11 disputadas, pero ese record podría mejorar considerablemente si mantiene la impresionante consistencia mostrada este año.
Sin embargo, el nuevo estatus de Murray también trae otros desafíos y, por ahora, mantenerse en la cúspide es su primera tarea.
Después de todo en la historia también hay casos de tenistas que duraron muy poco en la cima como fue el caso de Marcelo Ríos, primer latinoamericano en lograrlo, quien solo estuvo seis semanas como número uno del mundo.
Por su parte el español Carlos Moyá apenas estuvo dos semanas en el tope y el reinado de Pat Rafter se limitó a una semana.
Y el primer reto que se le presenta a Murray es ganar el Torneo de Maestros que se disputará en Londres a partir de este domingo 13 de Londres y en el que participan los mejores ocho tenistas de la temporada.
Se trata de una competencia que nunca ha ganado y en la que Djokovic tiene la oportunidad de recuperar el cetro que el escocés le acaba de quitar.
Es también una ocasión para que Murray pueda demostrar, nuevamente, que son cuatro y no tres los grandes tenistas que han dominado el tenis moderno.
Fuente: BBC MUNDO
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