miércoles, 15 de marzo de 2017
Papel reutilizable e impresoras sin tinta: los elementos que cambiarán la oficina del futuro
El papel supone un enorme problema para el medio ambiente.
Su producción es una de las principales fuentes de contaminación industrial y sus deshechos también tiene un fuerte impacto, ya ocupan aproximadamente el 40% de los vertederos.
En la actualidad, la preocupación por el medio ambiente hace que cada vez más personas intenten no despilfarrar papel, imprimiendo lo menos posible y sacando más partido a los soportes digitales.
Sin embargo, todavía consumimos toneladas y toneladas de papel, particularmente en ambientes laborales.
Por eso la comunidad científica se encuentra trabajando en la búsqueda de alternativas. Aquí te mostramos dos inventos recientes que podrían revolucionar la oficina del futuro.
Un gran número de documentos impresos tienen una utilidad limitada en el tiempo y después se desechan , sobre todo en oficinas.
Por eso, un grupo de científicos de la Universidad de Shandong, en China, en colaboración con la Universidad de California Riverside y el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, ha desarrollado un papel reutilizable que se imprime con luz.
Se trata de un material que se imprime aplicando luz ultravioleta, que se borra aplicando temperaturas superiores a los 120 ºC y se puede reutilizar más de 80 veces.
El secreto de este papel reside en la química de las nanopartículas que lo recubren.
El recubrimiento se compone de dos tipos de nanopartículas: por un lado, las que están hechas de azul de Prusia, que es un pigmento común muy barato no tóxico que se vuelve incoloro cuando se carga de electrones; y por otro lado, las de dióxido de titanio, un material fotocatalítico que acelera las reacciones químicas con la exposición a la luz..
Para preparar el papel, los investigadores mezclan los dos tipos de nanopartículas de manera uniforme y después la aplican sobre la superficie de celulosa.
A continuación, para imprimir texto o imágenes, el material se expone a la luz ultravioleta, lo que hace que las nanopartículas de dióxido de titanio se exciten y liberen electrones, que son captados por las nanopartículas de azul de Prusia, que pasan a ser incoloras.
Una vez impreso, el documento permanece con el contenido intacto durante cinco días en alta resolución, y luego el color se va desvaneciendo poco a poco.
Para borrarlo con mayor rapidez, se puede poner al calor durante diez minutos.
En la actualidad la mayoría de los cartuchos de tinta y tóneres de las impresoras no se reciclan, además de ser muy caros.
Pero, Inkless, la impresora láser desarrollada por investigadores de la Universidad Tecnológica de Delft, en los Países Bajos, prescinde el uso de tóner.
Lo que hemos conseguido es asegurar la calidad de la impresión, que el color de la tinta sea igual de negra que la que se obtiene con una impresora convencional
Esto es posible gracias a una técnica de impresión que han bautizado como carbonización, que consiste básicamente en quemar el papel a través de un rayo láser de luz infrarroja, con una precisión máxima.
Puede llevarse a cabo en cualquier tipo de papel y es necesario conocer la cantidad exacta de calor que puede aplicarse sobre éste para que quede marcado sin llegar a romperse. Esto se controla gracias al láser por pulsos, imprimiendo además en distintos tonos de negro.
"Si intentas hacer algo parecido normalmente tendrás problemas con el color, que será más bien marrón y con la calidad de la impresión, que no será permanente. Lo que hemos conseguido es asegurar la calidad de la impresión, que el color de la tintasea igual de negra que la que se obtiene con una impresora convencional", explicó Venkatesh Chandrasekar, uno de los investigadores del proyecto.
Fuente BBC MUNDO
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